La incógnita sobre quién será el próximo presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), en sustitución de Juan Ramón Quintás, que presentó su dimisión el pasado mes de marzo, se mantiene.

Salvo sorpresas de última hora, la identidad del nuevo responsable de la CECA no se sabrá hasta el próximo martes, 20 de abril, día fijado para la celebración del Consejo de Administración extraordinario que la Confederación ha convocado con un único punto del día: elegir a su nuevo presidente. Y de momento, dos cosas hay seguras: que el presidente de Ibercaja, Amado Franco, mantiene su candidatura al cargo y que su hipotético contrincante al puesto, el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, esperará hasta el último momento para desvelar si da un paso al frente, aunque el sector da por hecho que así será.

Buscando la unanimidad

Esta misma semana, que ha resultado muy intensa en movimientos del sector y rumores, fuentes oficiales de la caja catalana apuntaban que Fainé esperará hasta la misma reunión del Consejo para decidir si opta a la presidencia de la patronal de estas entidades de ahorro. Según una información de la agencia Efe, esto se debe a que el presidente de La Caixa sigue meditando su decisión y aún no ha tomado una determinación. Las fuentes oficiales citadas por la agencia explicaron también que el directivo de la primera caja española no tomará una decisión hasta pocas horas antes de la reunión de la CECA, y tendrá en cuenta la unanimidad o no que se prevea alcanzar en ese encuentro. Según las informaciones que han sido publicadas en las últimas semanas, Fainé no querría ser el responsable de dividir a la CECA o de que su presidencia fuera objeto de polémica en el sector financiero, por lo que buscará un respaldo unánime y tratará de recabar hasta el último momento todos los apoyos.

Por su parte, Amado Franco está dispuesto a presentarse el martes como candidato. El presidente de Ibercaja mantiene lo que defendió poco después de la última reunión de la CECA, celebrada el pasado 17 de marzo: más allá de quién presida la Confederación, se trata de analizar qué modelo de cajas va a defender.

Modelo de cajas

Franco explicó entonces -y mantiene- que su postura es la defensa del modelo tradicional de cajas de ahorros; aceptando que el sector debe introducir las modificaciones que los tiempos exigen, pero manteniendo el ADN de estas entidades, su naturaleza jurídica, su compromiso con el desarrollo económico y social de los territorios donde actúan y las acciones de la Obra Social que desarrollan.

Asimismo, el ejecutivo aragonés es un convencido defensor del papel solidario de la CECA, partidario de una Confederación de Cajas que cumpla eficazmente con su papel de ofrecer servicios y productos a sus asociadas: "Indudablemente, una CECA fuerte es más importante para las cajas medianas y pequeñas que para las grandes", señaló Franco poco después del Consejo de Administración del mes de marzo.

En cualquier caso, todo parece indicar que la situación sigue en este momento muy abierta y que el sector podría incluso intentar fórmulas de consenso que evitara crispar la situación. En este sentido, el diario 'Cinco Días' aseguraba esta semana que se estaría pensando en una solución salomónica que pasaría por nombrar a Isidro Fainé presidente de la CECA, mientras que Amado Franco ocuparía la vicepresidencia que dejaría vacante el directivo catalán.

De esta forma, tanto las cajas partidarias de que sea el presidente de La Caixa quien lidere el sector en un momento ciertamente complicado, como las que defienden que sería mejor candidato el presidente de Ibercaja quedarían satisfechas.