Ford y Seat recortan plantillas y producción en Valencia y Barcelona

La crisis económica se ha cobrado ya sus primeras víctimas en la industria automovilística, tras hacerlo en el sector inmobiliario y en el transporte aéreo. Aunque las cifras definitivas quedan pendientes de negociación entre las compañías afectadas y los comités de empresa respectivos, tanto Ford como Seat se unieron ayer al anuncio de GM de recortes de sus plantillas y de su producción en España.


La dirección de Ford anunció la amortización de 1.300 de los 7.500 puestos de trabajo que tiene su fábrica de Almussafes (Valencia) durante un primer periodo de tres meses (del 29 de septiembre al 19 de diciembre), que podría ser prorrogado a partir de enero -fecha prevista para empezar a producir el nuevo Fiesta- si no cambian las condiciones externas.


El expediente de regulación de empleo afectará, al menos, al 16% de su plantilla y se centrará en los trabajadores de noche, según explicaron desde el propio comi- té de empresa, donde UGT y CC. OO. pretenden convencer a la dirección de la multinacional para que el efecto se reparta entre todos los turnos y la propia empresa complemente una parte del coste del ERE (el 30%), lo que permitiría a los empleados afectados mantener el 100% de su salario. En último caso, será la Generalitat valenciana -cuyo consejero de Economía, Gerardo Camps, se mostró comprensivo con una medida "normal" ante la caída de ventas, con la que no conviene "dramatizar"- la que, dentro de sus competencias, resuelva si exige dicha condición a la empresa para autorizar sus planes. En cualquier caso, parece quedar paralizado el acuerdo que ésta firmó con las centrales sindicales en 2007 para invertir 425 millones de euros hasta 2013 y producir, al menos, 350.000 unidades anuales.


Seat, en plena renovación de su gama de productos, también adelantó la supresión del turno nocturno de producción en su factoría de Martorell (Barcelona) para los modelos Altea y León, en el que trabajan entre 300 y 500 operarios según las necesidades. La medida, sin embargo, no implicará un ajuste de plantilla pues se hará con cargo a la denominada 'bolsa de horas', de forma que de momento solo se traducirá en una reducción de los días festivos acumulados al trabajar menos tiempo. El ajuste irá unido a la supresión de los fines de semana productivos previstos para los dos próximos meses (septiembre y octubre) y comenzará en dos semanas, con una duración indefinida en función de cuánto se prolongue la reducción del mercado.


A la espera



Renault España, por su parte, está a la espera de que su sociedad matriz en Francia le comunique cuántos de los 1.000 retiros voluntarios suplementarios de los 3.000 ya previstos en el país vecino afectarían a sus instalaciones. A su vez, el grupo PSA (Peugeot Citroën) ya ha acometido un recorte del 12% en la producción de su fábrica de Vigo, senda que Nissan Ibérica también podría emprender a corto plazo, si bien en ambos casos no se esperan despidos por ahora.


En realidad, son varias las casas fabricantes que en lo que va de año han anunciado planes severos de ajuste por motivos económicos y de competitividad pero que, sin embargo, han tenido que retirarlos o aparcarlos de manera indefinida a la vista de que el coste financiero de su implementación -debido al elevado coste de las indemnizaciones- sería mayor que el posible ahorro generado. Así ocurrió con los 5.000 empleos que Renault anunció a finales de julio iba a suprimir en el viejo continente mientras GM Europa hizo lo propio en febrero, esta vez con 5.525 puestos, de los que 900 corresponderían a Figueruelas.


Ello, no obstante, no implica que haya aumentado en estas semanas su confianza en la marcha del mercado nacional, que sufre los peores resultados de toda la UE, con una caída interanual del 17,6% en las matriculaciones hechas el primer semestre (-21% de enero a agosto), solo superada por las cifras negativas de Irlanda (-18,8%) y Letonia (-32,2%).