Firmado el acuerdo en GM Europa que despeja el camino para recibir los avales

Aunque desde que los sindicatos alemanes dijeron que sí a GM el pasado 21 de mayo, la compañía dio por hecho el acuerdo marco europeo, faltaba formalmente proceder a su firma, algo que finalmente se produjo ayer en Rüsselsheim (Alemania). Casi treinta rúbricas, la mayor parte de los sindicatos, pero también de la dirección, se estamparon sobre un documento que fija el marco de reestructuración, ahorros y plan industrial en las plantas europeas de General Motors hasta 2014.

Esta firma, avalada también por la Federación Europea Metalúrgica (FEM), despeja el camino para recibir avales de los Gobiernos, ya que GM siempre había condicionado la petición de las ayudas a contar con el apoyo de los sindicatos a su plan de ahorro y plan industrial. A pesar de que en casi todas las factorías de GM ya se había alcanzado un pacto hace meses -en España el 12 de marzo-, el principal escollo para la firma definitiva del acuerdo era Amberes, que se negaba a ratificarlo mientras no se le dieran más garantías de que la compañía se iba a implicar más a fondo en la búsqueda de un inversor para evitar el cierre de la planta. "Se creará un comité de seguimiento del proceso que deja la posibilidad de seguir negociando a los que se quedan y además habrá un plan social para los 1.250 trabajadores, la mitad de la plantilla, que abandonan ahora la empresa" señaló Pedro Bona, secretario general de UGT en Figueruelas, que fue el único representante de GM España que firmó el acuerdo para Amberes, en calidad de integrante del comité reducido, si bien los otros tres representantes españoles- Juan Arcéiz, presidente del comité; José María Fernando, secretario general de Comisiones en la planta zaragozana, y Salvador Salas, secretario general de la Federación de Industria de CC. OO., sí que firmaron el acuerdo marco de GM Europa.

"No pensaba que fuésemos a firmarlo ahora porque lo de Amberes se quedó un poco verde la semana pasada, pero al final los compañeros belgas, que han venido junto con sus abogados ya que el 2 de junio tienen el juicio contra la compañía por el compromiso de destinarles la producción de un pequeño todoterreno, han estado conformes y el acuerdo ha salido adelante", explicó Bona. En su opinión, este acuerdo cierra el pacto no solo sobre los ahorros de 265 millones de euros en las plantas europeas sino también de una inversión por parte de GM de 11.000 millones de euros en nuevos productos como el Combo, el 'mini' (del que podría hacerse una versión eléctrica) o el nuevo Corsa. "Garantiza además que hasta 2014 no habrá cierre de plantas ni despidos forzosos. Ahora solo hace falta que los mercados nos acompañen para tirar hacia adelante", añadió. Por su parte, Juan Arcéiz destacó que con este acuerdo "se cierra y bien un ciclo muy importante en el que todos hemos tenido que dejar algo por el camino en pro del futuro de GM".

Se cierra un ciclo muy difícil

"Lo fundamental es que este acuerdo marco europeo, firmado ayer, sella definitivamente nuestros propios acuerdos nacionales y también el plan de ahorro condicionado al plan industrial" y despeja la senda para que la empresa vuelva a funcionar y tener beneficios después de un "proceso muy complicado", manifestó Salvador Salas, que se refirió también a los sindicatos belgas que lograron desvincular la situación de su planta de la firma del acuerdo marco europeo para así no dar por zanjado el proceso de negociación sobre la viabilidad de la planta de GM en Amberes, pendiente de encontrar un inversor. Por tanto, ayer la dirección de la compañía firmó dos acuerdos, uno con todos los sindicatos europeos y otro específico con los belgas.

"La dificultad que había que superar era la de Amberes", apuntó José María Fernando, y al final, se logró. "Hoy nos dirán legalmente cómo se articula la participación en el 10% de los beneficios que recibirán los trabajadores a cambio del plan de ahorro y cómo dichos ahorros se destinarán al lanzamiento de nuevos productos".