Figueruelas produce el "más aragonés" de sus modelos tras una inversión de 400 millones

La planta de General Motors en Figueruelas está montando, desde el pasado día 4, los primeros vehículos 'vendibles' de la segunda generación del Opel Meriva, un modelo que el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, calificó ayer como el coche "más aragonés" que se ha fabricado en Zaragoza, ya que se trata del primero que en todas las fases posteriores a su desarrollo -desde los vehículos de integración y los coches piloto, hasta los de preproducción y producción en serie- se habrán hecho en la factoría aragonesa.

Iglesias y los consejeros de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga, visitaron la planta para comprobar 'in situ' la adecuación de la factoría para la fabricación de un modelo que -informó GM- ha supuesto una inversión de 400 millones de euros. Los representantes políticos tuvieron ocasión de ver las mejoras introducidas en Prensas, Carrocerías, Pintura y Acabado Final con motivo del lanzamiento de un vehículo que se adjudicó a Figueruelas en 2006 tras una pugna interna en General Motors Europa en la que se compitió con la factoría polaca de Gliwice, "una de las más competitivas del grupo", como recordó el director de Manufacturas de GM España, César Obartí. El modelo, que se presentará en el Salón del Automóvil de Ginebra el 4 de marzo próximo, se fabricará en serie desde el mes de abril y saldrá a la venta este verano.

Optimismo en GM España

Precisamente el que fuera máximo responsable de la planta de Gliwice en 2006, Romuald Rytwinski, hizo ayer de principal anfitrión en la visita de los representantes del Gobierno aragonés, ya que desde hace poco menos de dos años es el 'número uno' de Figueruelas, su 'managing director' (director general). Rytwinski expresó ante los medios de comunicación, después del recorrido por la planta con Iglesias -en un primer momento en castellano-, su satisfacción por el lanzamiento del Meriva y su convencimiento de que se trata de un vehículo cuya calidad será muy apreciada por los consumidores.

Rytwinski destacó la importancia de la inversión de 400 millones de euros realizada en la planta para el nuevo Meriva y señaló también que la participación de proveedores con presencia en Aragón en este modelo es similar a la de la primera generación del pequeño monovolumen, un 25%.

Las mejoras

El monto inversor de GM para este coche tiene el objetivo, apuntó por su parte César Obartí, de conseguir igualar e incluso superar los índices de calidad del primer Meriva, que fue líder en ese capítulo en su segmento según los informes de la Inspección Técnica de Vehículos Alemana (TÜV). Para hacer frente a ese reto, en Figueruelas se han realizado muchas mejoras, entre ellas la introducción de 63 robots de nueva generación, más precisos, para lograr una mayor estabilidad dimensional a la carrocería, y una nueva estación de control dimensional dedicada en exclusiva al nuevo Meriva, que -informó la empresa- permite un chequeo al 100%, evitando que ningún subconjunto con desviación entre en el sistema de producción. Hay ahora, asismismo, un nuevo sistema de medición de ajustes interiores y exteriores por láser, una nueva cabina de aplicación de cera para dar más protección contra la corrosión y un nuevo 'Man-Mover' para montaje de partes móviles, en el que el hombre y el coche se mueven al mismo tiempo.

Todas estas mejoras fueron explicadas en el interior de la planta por Manuel Munárriz, gerente del lanzamiento del Meriva, aunque no se permitió la realización de fotografías a los medios por cuestiones de confidencialidad. En Carrocerías, una zona muy robotizada, un letrero luminoso señalaba que ya se han cumplido 713 días sin accidentes en la factoría. En Acabado Final, un nuevo Meriva se 'coló' ante los periodistas en la línea donde se producen los de la primera generación y los del modelo Combo (el Corsa tiene su propia línea). Ese pequeño monovolumen, el de las puertas traseras innovadoras, era uno de los cinco que cada día se producen hoy en la planta.