ENERGÍA

Europa amplía sus conexiones energéticas con el cable submarino más largo del mundo

Noruega y Holanda invierten 600 millones de euros para unir sus mercados, con tecnología del grupo ABB

El aumento del consumo de energía en Europa ha hecho que los Gobiernos refuercen sus infraestructuras para evitar los temidos apagones en periodos punta y reducir su dependencia energética de otros países o de una única fuente. La construcción de conexiones entre vecinos, eliminando distancias y barreras naturales, ha permitido en los últimos años unir Suecia y Polonia o Italia y Grecia, ambas bajo el mar. En cartera quedan proyectos más complejos políticamente como el enlace entre España y Francia a través de los Pirineos.


El pasado jueves se presentó oficialmente el último enlace energético europeo, entre Noruega y Holanda, con el cable submarino de mayor longitud del mundo, con un total de 580 kilómetros. El proyecto NorNed se ha desarrollado durante los tres últimos años y ha supuesto una inversión de 600 millones de euros, a partes iguales entre las empresas estatales que gestionan las redes eléctricas de ambos países, Statnett (noruega) y TenneT (holandesa). Un coste total del proyecto que las compañías esperan amortizar en 15 años. La instalación tiene una capacidad de transmisión de 700 megavatios, que equivale a la mitad del consumo anual que necesitan las capitales de ambos países, Oslo y Amsterdam.


"Un sueño hecho realidad"



ABB (Asea Brown Boveri), que cuenta con una planta de transformadores secos en Zaragoza, es la responsable de la tecnología de alta tensión en corriente continua (HVDC, por sus siglas en inglés) utilizada para desarrollar la conexión. Para crear la gigantesca red han sido necesarias 45.000 toneladas de cable, de las que 36.000 han salido de la planta de ABB en Karlskrona (Suecia), explicó durante la presentación a la prensa Bo Normark, vicepresidente senior del grupo ABB. Para el directivo de la compañía de tecnologías electrotécnicas y de automatización, el proyecto ha sido "un sueño hecho realidad" y el inicio de una "nueva era". En este sentido, el miembro del comité ejecutivo de ABB, Peter Leupp, afirmó que el proyecto supone una importante contribución para la "calidad y seguridad del suministro energético de Europa".


En la inauguración oficial del sistema, que comenzó a funcionar el pasado mes de mayo, participó el ministro del Petróleo noruego, Terje Riis-Johansen, desde la estación transformadora de Feda, y la ministra de Energía holandesa, Maria van der Hoeven, en la central de Eemshaven. Esta aseguró que era "un día histórico" y destacó que "la cooperación internacional es la llave para asegurar el suministro eléctrico en Europa".


Desde Statnett, se explicó que el intercambio de electricidad permitirá a Noruega vender por el día su excedente de energía verde y por la noche comprarla a Holanda. Esta conexión contribuirá a estabilizar los precios de la energía, según el vicepresidente de Statnett, Öjvind Rue. "Los precios son diferentes en los años húmedos y secos", explicó, debido a la dependencia de la energía hidráulica, casi su única fuente. Sin embargo, no espera que se note mucho en la factura de la luz de los hogares. "Creemos que es bueno para los consumidores estabilizar los precios, pero no esperamos bajadas ni subidas", añadió.


Reducir las emisiones de CO2


Noruega, el tercer productor de petróleo y el quinto exportador, se convierte en un país vendedor también de energía limpia. Por su parte, Holanda quiere reducir su dependencia del gas y el carbón y aumentar su cartera de energía renovable. Además, la tecnología utilizada permitirá ahorrar 1,7 millones de toneladas de emisiones de CO2, según ABB. El grupo defendió las ventajas de la HVDC, que desarrolla desde hace 50 años y que permite el suministro de energía a islas, centro de ciudades, parques eólicos o plataformas petrolíferas. Entre sus proyectos, la estación noruega de Lista para suministrar energía a una plataforma de BP en 2009.