INFORMA DE LA AGENCIA MOODY'S

España tiene una deuda de máxima calidad

La agencia de calificación Moody´s considera que España resiste bien los embates de la crisis, y mantiene la calificación 'triple A' aplicada a su deuda, tras un informe previo que, el pasado febrero, consideraba que su situación era "vulnerable".

 

 La entidad basa su decisión en los bajos costes de financiación que soportan los dos países, así como en su probada capacidad de captar fondos en el mercado de bonos a precios moderados. Incluso apunta que España y Reino Unido pueden hacer frente a la carga de la deuda mediante recortes del gasto y subidas de impuestos.


El acuerdo, anticipado en el informe preliminar de finales de agosto, actuó como un bálsamo para el Gobierno español, necesitado de todo tipo de refrendos. Pocas horas antes, el Foro Económico Mundial emitía una severa censura a las instituciones nacionales, al considerar que la rigidez del mercado laboral y el 'agujero' de las cuentas públicas están minando la ya escasa competitividad de la economía española.


Perder el sello de calidad del que disfrutan un selecto grupo de países, al que España accedió en 2004, tiene severas consecuencias: un Estado solvente, pero con desequilibrios económicos, se ve obligado a retribuir a un precio más elevado a sus financiadores. Crece la carga del endeudamiento exterior y se encarece el dinero que obtienen con sus emisiones tanto las entidades de crédito como las empresas, que tienen las obligaciones del Estado como referente. También repercute, en última instancia, en el precio que el dinero alcanza en las operaciones realizadas en el mercado interior.


El mantenimiento del nivel 'triple A' por parte de Moody´s no constituye una sorpresa. Un análisis previo de la agencia calificadora ya apuntaba esa evaluación. La entidad ha valorado los "elevados niveles de firmeza financiera y el nivel económico, institucional y gubernamental" que hacen a España menos vulnerable frente a los elevados riesgos de la crisis.


Y la agencia es uno de los escasos analistas internacionales que toman en cuenta el punto de partida: el holgado superávit presupuestario registrado antes del fatídico septiembre de 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers precipitó la catástrofe.

Morosidad creciente

Pero Moody´s no cierra los ojos a los problemas. En su informe evoca que España se estaba endeudando al mayor ritmo de su historia, y se refiere también al fuerte impacto que sobre el Producto Interior Bruto tienen, y van a tener, los pinchazos de la construcción y el inmobiliario.


En el medio y largo plazo, los expertos de la agencia piensan que economía española ya no alcanzará tasas de crecimiento como las conocidas a mediados de esta década. La crisis está pasando una severa factura a la estructura, y el potencial de expansión del nuevo 'patrón' de expansión, el que se alcanzará en el medio plazo, se va a limitar a avances que, como máximo, serán del 2% al 2,5%.


Una tasa difícilmente compatible con el fuerte ritmo de creación de empleo que precisa el mercado laboral para restablecerse.


Cuando profundiza en su análisis, Moody's alerta, además, de otros riesgos del mercado de vivienda. Observa que los impagos de préstamos hipotecarios después de 60 días han pasado de suponer el 1,5% de la cartera del conjunto de las cédulas -títulos garantizados por los créditos hipotecarios concedidos- en junio de 2008, al 2,8% en el mismo mes de este año. Y los impagos tras 90 días suponían al cierre del segundo trimestre el 1,9%, frente al 0,7% de un año antes.


"El aumento del paro y la escasa creación de empleo están afectando a los hipotecados, lo que se refleja directamente en la tasa de morosidad", señala la agencia. Puesto que los precios de la vivienda van a seguir cayendo en España, va a seguir cayendo el valor de la propiedad de los hipotecados.


Consejos

Este mismo año, y por vez primera en la historia reciente, la agencia Standard & Poor"s rebajó la calificación de la deuda a largo plazo de España, que había escalado hasta el nivel más alto -AAA- para dejarlo en el siguiente tramo, AA+. Pese al desprestigio sufrido por las agencias calificadoras a raíz de la crisis de las hipotecas "basura" norteamericanas y sus gravísimas secuelas, los mercados internacionales no disponen de otros instrumentos para evaluar la calidad de los títulos, y Standard & Poor"s examina periódicamente las emisiones de deuda de más de cien países.




Para recuperar la excelencia, Standard & Poor' s recomendó a España avanzar significativamente en el camino de situar su deuda pública en los niveles de 2008 -próximos al 37% del Producto Interior Bruto- una proporción en estos momentos inalcanzable. Otra vía de corrección planteada incidió en la aplicación de liberalizaciones en los mercados laboral y de bienes y servicios, las mismas que reclaman los expertos del Foro Económico Internacional como vía para mejorar la competitividad.