CONSUMO

El precio de los alimentos se quintuplica del campo a la tienda

La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón critica que "en plena crisis económica" los márgenes comerciales continúan creciendo, en algunos productos hasta un 800%.

Si usted compra en un supermercado cualquiera un kilo de tomate para ensalada pagará, de media, 2,16 euros. Si incluye en su cesta de la compra un kilo de cerdo y uno de clementinas, tendrá que desembolsar 5,97 euros por la carne y 1,17 euros por la fruta. Pero sepa que el productor de los tomates, del cerdo y de las clementinas ha cobrado por esos mismos productos y por esa misma cantidad 0,38, 1,07 y 0,25 euros respectivamente. Y así, un suma y sigue con todos y cada uno de los productos frescos que el consumidor pone en su mesa todos los días. Es decir, los precios de los alimentos se quintuplican desde que salen del campo hasta que llegan a la cesta de los consumidores. Así lo denunciaron ayer el secretario general de Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG), Javier Sánchez, y los representantes de las organizaciones de consumidores UCA (Ángel Estella) y Ceaccu (María del Carmen Cabanes), que criticaron que "en plena crisis económica" cada vez es mayor el diferencial de precios en los sectores agrícolas y ganaderos.


Utilizaron datos del últimos Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), correspondiente al mes de octubre que pone de manifiesto que, lejos de disminuir, los márgenes comerciales no han dejado de crecer. "En el mes de septiembre la diferencia porcentual origen-destino de los productos agrícolas era de un 432%, mientras que en octubre se ha alzado hasta el 497%", destacó Sánchez. Lo mismo sucede en los productos ganaderos, en los que esta diferencia porcentual se ha disparado al 330% en el mes de octubre, cuando un mes antes se situaba en el 269%, "un porcentaje ya escandaloso", matizó el representante de UAGA.


Porcentajes "desorbitantes"


Las cifras registran porcentajes "desorbitantes" si se analizan los productos individualizados. Como ejemplo, Sánchez señaló que el diferencial en las aceitunas alcanza hasta el 800% o en la patata, en el que la cifra se dispara al 600%. Pero, mientras los consumidores tienen que pagar cada vez más, los ingresos de los agricultores y ganaderos se ven más mermados, ya que, según el sindicalista, el consumo se retrae y los precios en origen no solo caen sino que además cada vez son más elevados los costes de producción.


La total liberalización de los mercados agrícolas y ganaderos, las masivas exportaciones y las conductas de "algunos grupos de distribución que prefieren vender cuatro veces menos y sacar mucho más dinero" -insistió Sánchez- explican los elevados márgenes comerciales en los alimentos básicos.


Además, según señalaron los representantes de las organizaciones de consumidores, tan caros se están poniendo los alimentos "especialmente frutas y verduras" que, más en esta época de crisis, las familias con menos renta están incluso cambiando de hábitos de compra y optan por productos menos saludables pero más baratos.


Por eso, todos ellos coincidieron en la exigencia de desarrollar una ley de márgenes comerciales "que evite los abusos", así como obligar a un doble etiquetado que refleje el precio en origen y destino. "Queremos transparencia, porque quizá estos incrementos estén justificados pero queremos saber en que parte del proceso se cometen los abusos", destacó la representante de Ceaccu.