El Gobierno priorizará las inversiones más importantes para el conjunto de España en la obra pública durante este año y 2011, tratando de racionalizar y, a su vez, de impulsar proyectos más baratos para hacer frente a los desafíos que tenemos como país, indicó hoy el ministro de Fomento, José Blanco.

El recorte inversor previsto por el Ejecutivo reducirá en 6.400 millones de euros la inversión en obra pública entre este año y el próximo, ajuste que se cobrará entre 96.000 y 115.000 empleos en dos años, según calculan las constructoras y los representantes de los trabajadores.

Blanco reconoció que el recorte inversor al que obliga la actual situación de la economía española, y que concretará la próxima semana en el Congreso de los Diputados, va a afectar al empleo, aunque rehusó dar más detalles, debido precisamente al respeto por esta institución, donde comparecerá el jueves 22 de julio.

Tras el acto de firma de un acuerdo con los operadores postales de nueve países latinoamericanos, Blanco declaró a los periodistas que, "en todo caso, ya sabemos que cuando hay un plan de ajuste sobre la obra pública, va a afectar al empleo, no podía ser de otra forma", sentenció.

No obstante, la sociedad "entiende perfectamente que cuando todos tenemos que apretarnos el cinturón, también hay que apretar el cinturón de la obra pública", pero "lo vamos a hacer con criterios de eficiencia y de priorizar las actuaciones que son más importantes para el conjunto del país", aseguró.

Además, el plan de recortes se llevará a cabo "tratando de racionalizar y tratando, a su vez, de impulsar proyectos más baratos para hacer frente a los desafíos que tenemos como país", concluyó.