El Gobierno propone a los trabajadores contención salarial para mejorar la competitividad de la economía española.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, abogó este miércoles ante la Comisión de Presupuestos del Congreso por frenar el crecimiento de los sueldos para reforzar el atractivo de los artículos españoles en el exterior. En el actual contexto de caída de la demanda, ese objetivo se ha logrado en parte mediante la reducción de los márgenes por unidad de producto que los fabricantes han aplicado a los precios, explicó. Ahora cree que «sería deseable que la evolución salarial también contribuyese a esta mejora de competitividad».

El 'número dos' del departamento que dirige Elena Salgado subrayó que en 2009 el crecimiento nominal de los salarios se redujo ligeramente, pero lo hizo en mucha menor medida que la inflación, con lo que «los salarios reales de los trabajadores pasaron de aumentar un 2,3% en 2008 a un 5,1% en la primera mitad de 2009».

Poco después, ya en los pasillos de la Cámara, Campa defendió que ante un escenario macroeconómico como el actual -de escasa inflación y crecimiento negativo del PIB- es importante que las retribuciones por trabajo «reflejen también ese comportamiento».

«La experiencia observada del año pasado es que los salarios subieron más que la inflación», señaló.

Ganar mercados

Esa preocupación por la competitividad obedece a la convicción gubernamental de que el sector exterior ha jugado un papel muy importante en la moderación de las caídas del PIB y en el futuro será «uno de los motores de la recuperación». El Ejecutivo prevé en 2010 aumentar sus mercados extranjeros e incrementar las exportaciones un 2,1%, pese al descenso del 16,2% previsto para este año.

Esa llamada a mejorar el atractivo de los productos españoles llegó justo el día en que la Comisión Europea publicó su informe anual sobre la moneda única, que señala que España perdió un 20% de competitividad desde la creación del euro en 1998. Alemania, la mayor y más dinámica economía de la zona, mejoró un 13%

La propuesta de Campa cosechó el rechazo de los sindicatos pero fue bien acogida por la patronal.

El responsable de acción sindical de UGT, Antonio Ferrer, acusó al Gobierno de promover un ajuste salarial que «deprimiría aún más el consumo» y por tanto tendría «efectos negativos sobre la economía y el empleo». La responsable de Empleo de CC.OO, Paloma López, subrayó que «no se sale de la crisis con reformas laborales ni planteamientos de contención salarial» cuando «el sueldo medio es de unos mil euros». CEOE, por su parte, consideró el planteamiento «positivo» y acorde con las recomendaciones de los organismos nacionales e internacionales.