OPEL

El Gobierno dice que "colaborará" con el "plan de empleo" que estudia la DGA

El Gobierno central ofreció ayer a Aragón "toda la colaboración" en el plan de empleo que, según indicó la vicepresidenta Elena Salgado, "está pensando" la DGA ante los previsibles despidos en General Motors. Salgado, que ayer ejerció de portavoz del Gobierno, indicó que esta colaboración se producirá solo "si llega el caso". Es decir, si a pesar de los esfuerzos de Industria y Presidencia del Gobierno no se consiguen modificar los planes que tiene Magna para la planta de Figueruelas.


La colaboración del Ejecutivo central con este plan de empleo podría limitarse a una aportación no superior a 50 millones de euros que iría destinada a acciones para la formación y reconversión profesional, a programas de contratación de trabajadores desempleados en colaboración con ayuntamientos y comarcas, a proyectos experimentales de empleo y a actuaciones para favorecer el autoempleo. Aragón no será exactamente un laboratorio de pruebas. Ya hay otras autonomías en las que el Gobierno central ha preferido aplicar este tipo de planes en vez de apostar por un programa de grandes inversiones cuando se han encontrado con un aumento repentino de la tasa de paro.


Además, Salgado intentó trasladar de nuevo que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sí se ha tomado en serio esta crisis. "El Gobierno lucha para que la factoría no vea mermada las oportunidades de futuro", afirmó. En este mismo sentido, Salgado mostró su "convicción de la determinación del Gobierno central para proteger los puestos de trabajo de la factoría".


Además, la vicepresidenta y portavoz accidental criticó abiertamente a Magna. "Tienen un plan inconcreto, con lagunas", aseveró tras la celebración del Consejo de Ministros. De todas formas, no quiso llegar más lejos y explicó que "seguro que puede dar más información el Ministerio de Industria".


Zapatero no pidió explicaciones



Por otra parte, diferentes fuentes señalaron que el presidente Rodríguez Zapatero no comentó en la reunión que tuvo en Bruselas el jueves con los mandatarios europeo su preocupación por la actuación de Alemania en el conflicto de General Motors. Aunque Zapatero no habló con la canciller alemana, Angela Merkel, sí lo hizo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien le dio todo su apoyo al plan que ha negociado para la venta de Opel.


Precisamente, Salgado evitó ayer pronunciarse sobre la actuación del Gobierno alemán y el posicionamiento de Francia. "No nos corresponde hacer valoraciones de las palabras de otros jefes de Estado", señaló Salgado desde la Sala de Prensa del Palacio de La Moncloa. "No voy a hacer una valoración sobre las palabras de Sarkozy", insistió al ser preguntada por este asunto.