EMPLEO

El Gobierno asume marcar la agenda y el calendario del diálogo social más complejo de la historia

Responsables de las patronales y de los sindicatos muestran al ministro de Trabajo e Inmigración su predisposición y buena voluntad para alcanzar acuerdos.

El Gobierno asume marcar la agenda y el calendario del diálogo social de la presente legislatura, proceso que se presenta como el más complejo de la historia por el escenario de crisis económica que vive el país y por las diversas materias a afrontar. La decisión del Ejecutivo fue hecha pública por la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, después de entrevistarse con responsables de las principales patronales CEOE y CEPYME y de los dos sindicatos mayoritarios CCOO y UGT. El encuentro, al que no acudieron los líderes de las cuatro organizaciones, duró alrededor de una hora, se celebró en la sede del Ministerio de Trabajo e Inmigración y estuvo presidido por el titular del Departamento, Celestino Corbacho.


Rojo se convirtió en la única portavoz de la reunión "por acuerdo de todas las partes". Comentó que la entrevista se desarrolló "en un ambiente muy cordial, pero sobre todo, en medio de "una voluntad unánime de llegar a acuerdos". Insistió en que "el diálogo social forma parte de la agenda del Gobierno y es una de sus prioridades" en "un momento especialmente importante para que sumemos criterios que permitan la concertación porque así nos lo piden los ciudadanos".


Posteriormente, otros interlocutores (ya fuera de la sede de Trabajo) explicaron que el papel otorgado por Rojo al Gobierno no corresponde a ningún protagonismo sobrevalorado, sino a la necesidad de pilotar un proceso que implicará a varios Ministerios. Desvelaron que la reunión estaba prevista desde antes del Primero de Mayo y su objetivo no era otro que un simple intercambio de presentaciones.




Promesa electoral



Con independencia del encuentro de este miércoles, los responsables empresariales y sindicales comenzarán a preparar sus propuestas, encaminadas principalmente a frenar la crisis, parar el aumento del paro y conseguir un modelo productivo basado en sectores competitivos y modernos, alejados de operaciones especulativas. El Gobierno se encargará de establecer un marco general para la negociación con la contribución de todos y con las aportaciones de los distintos Ministerios que intervendrán en el proceso.


No obstante, existe un documento remitido a patronales y sindicatos por Rodríguez Zapatero (cuando era candidato en las elecciones generales) en el que apuesta, si gana los comicios, por suscribir una nueva declaración de diálogo social dentro de los 100 primeros días de la investidura del presidente del Gobierno. En él apunta la necesidad de enriquecer el proceso y vincularlo a cuantas políticas permitan un crecimiento más duradero, estable y sano. En el ámbito laboral, los sindicatos rechazan nuevas reformas del mercado de trabajo y de pensiones, dado que quedan compromisos pendientes de pactos alcanzados en la anterior legislatura. Sí se modificarán los Servicios Públicos de Empleo, antiguas oficinas del INEM, para que se conviertan en verdaderos órganos de mediación y reinserción profesional.


Hasta que ese 'guión' del diálogo esté listo, actuaciones emprendidas -como el plan de rápida recolocación para los últimos parados- continuarán adelante. Igualmente proseguirán con su trabajo las comisiones de seguimiento de los últimos acuerdos para que todas las medidas acordadas con anterioridad sean una realidad.