El fiel reflejo de la cruda realidad

Alos agentes sociales aragoneses no les ha sorprendido el incremento del paro registrado en el mes de enero. Ya lo anunciaba apenas unos días antes la Encuesta de Población Activa (EPA) que alargó la sombra del desempleo por unos 100.000 hogares aragoneses.


Pero, por más que esperadas, las cifras publicadas ayer no dejan impasibles a los representantes sindicales y empresariales, algunos de los cuales destacan que las cifras no son malas, con «catastróficas». Todos ellos coinciden en que enero -o mejor dicho el paro registrado durante el primer mes de 2011- es el espejo en el que se refleja el verdadero rostro de la economía real. Y lo que esta imagen muestra, destacó la secretaria adjunta al portavoz de UGT-Aragón, Carmen García, «es la crudeza de una crisis que se resiste». Pero también refleja, explica la representante sindical, un cambio de perfil entre los perjudicados por el derrumbe del mercado laboral. «A diferencia de lo que ocurrió al comienzo de la crisis, ahora el 82% de los nuevos desempleados son mujeres, de más de 40 años, de nacionalidad española y que estaban empleadas en el sector Servicios», detalla. Dicho de otra forma, para García los datos del paro registrado en enero evidencian la fragilidad de este sector productivo. No es excusa, dice, justificar tan malas cifras con la recurrente estacionalidad y el habitual aumento del paro que -en bonanza y sin ella- se produce en el mes de enero. La responsabilidad hay que buscarla más bien en la reforma laboral que, en su opinión, más que crear puestos de trabajo está facilitando un mayor ajuste.


Hacia la reforma apunta también CC. OO. en Aragón. El sindicato insiste en que en siete meses de vigencia, no solo no ha servido para crear empleo, ni siquiera «es eficaz para luchar contra la temporalidad». Aunque el paro solo ha crecido en Servicios, el sindicato que lidera Julián Buey asegura que los 231 parados que lograron dejar esta condición en enero «poco pueden hacer» para compensar la debacle del mercado laboral de este sector, aunque CC. OO. reconoce que también hay que achacarlo a la finalización de la campaña navideña.


«Una catástrofe»


Muy crítico, el secretario general de Cepyme, Rafael Zapatero, no duda en calificar de «catástrofe» los datos publicados por los Servicios Públicos de Empleo. Y son una «catástrofe», -repite-, no solas cifras de enero sino por toda su evolución.


Para Zapatero el incremento del paro es el auténtico síntoma de cómo se encuentra la economía, no la de los mercados bursátiles ni la de los problemas financieros, sino la que toca de lleno en las empresas, los sectores productivos y las familias. Y esa se encuentra «en una situación desesperada», puntualiza el representante de la patronal de las pequeñas y medianas empresas, para quien el paro cae en Servicios «porque es donde puede caer», ya que Agricultura apenas tiene efectivos, Industria ya ha hecho un duro juste y Construcción está bajo mínimos.


Algo más esperanzador es el análisis que realiza el director del Departamento de Economía y Estudios de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), José María García. Reconoce que se mantiene la tendencia al deterioro, pero este ha perdido ritmo. García recuerda que enero siempre es un mes malo para el empleo e insiste en que precisamente este de 2011 no ha alcanzado los niveles de destrucción de puestos de trabajo de años anteriores. «El problema es que tantos meses con incrementos nos ponen más nerviosos y nos desespera», señala. Y asegura que hay señales de mejoría en la economía, pero son tan leves que aún no se traducen en el mercado laboral.


Para eso habrá que esperar, en el mejor de los casos, hasta el segundo semestre de 2011. Mientras tanto, augura García, se repetirán los dientes de sierra y algún que otro repunte del paro que volverán a poner los nervios a prueba.