El Estado venderá el 30% de las loterías

Las asociaciones de loteros creen que la privatización del 30% de LAE no es sino "pan para hoy y hambre para mañana".

La corriente privatizadora iniciada por el Gobierno pasa también por entregar a manos privadas hasta un 30% de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), dependiente directamente del Ministerio de Economía y Hacienda, al que cada año reporta jugosos ingresos. El año pasado, LAE inyectó al Estado nada menos que 2.919 millones de euros, un 3,4% más que en 2008, de los que algo más de 800 provenían solo de la comercialización del sorteo de Navidad.

La venta a inversores privados, que reportará al Estado entre 4.000 y 5.000 millones de euros según las primeras estimaciones, ya fue insinuada recientemente por Elena Salgado, al explicar de forma sucinta los objetivos de la futura Ley del Juego, prevista para 2011 y cuyo anteproyecto fue aprobado el pasado día 17.

En los últimos tiempos, los loteros han denunciado en repetidas ocasiones el afán recaudatorio del Estado, reflejado en su intención de privatizar el juego, y han advertido que ese cambio no haría sino mermar la recaudación. De poco han servido las quejas y movilizaciones -el negocio protagonizó incluso un cierre patronal- en defensa de lo que muchos consideran más que un negocio "una tradición". Tras el anuncio realizado ayer por el presidente del Gobierno, las críticas arreciaron y las principales asociaciones de loteros (Apla, Anapal y Fenapal) aseguraron que la medida invocada por Zapatero es "pan para hoy y hambre para mañana". El presidente de la Mesa de Asociaciones de loteros, Manuel Izquierdo, que calificó el movimiento del Gobierno de "atropello", y aseguró que la privatización "no se debe, como pretende el presidente del Gobierno, a la actual crisis, ya que este proceso dio comienzo con el planteamiento del contrato programa, a finales de 2006".

El mercado ya especula con el eventual interés de los dos grandes grupos de apuestas en el mundo (Circa y Codere) en la que, según muchos analistas, es la empresa pública más rentable en España. Y aún no se han resuelto muchos interrogantes, como qué sucederá con el importe de aquellos sorteos que se cierren sin ganador o si cambiará de alguna manera la fiscalidad de los premios.