CINCO VECES MÁS QUE EL PASADO AÑO

El déficit del Estado ya supone el 4,69% del PIB

La crisis económica sigue haciendo mella en las cuentas públicas y ha provocado, por la menor recaudación y el aumento del gasto para hacer frente a la mala coyuntura, que el déficit del Estado hasta julio se multiplicase por cinco y que el superávit de la Seguridad Social se redujese un tercio.


Así, el Estado acumuló en los siete primeros meses del año un déficit de 49.687 millones de euros, lo que ya equivale al 4,69% del producto interior bruto (PIB), y se va acercando a la previsión de la que el Gobierno no pretende pasar, de un 8,1% del PIB para el conjunto del año.


Este déficit es además cinco veces superior al registrado en el mismo periodo del año anterior, que fue de 9.912 millones.


Las cuentas estatales arrojan este saldo porque, según los datos del Ministerio de Economía y Hacienda, el Estado sólo ingresó de enero a julio 57.952 millones de euros, el 25,8% menos que en el mismo periodo de 2008, pero gastó casi más del doble, 107.639 millones (el 22,3% más que en los siete primeros meses del año anterior).


El déficit en términos de caja -que computa los ingresos y los pagos cuando se efectúan, y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional- también se quintuplica con respecto al del mismo periodo de 2008, al pasar de 10.553 millones a 50.946 millones de euros.


Hacienda insiste en que el déficit no es sólo consecuencia de la mala coyuntura -que hace reducir los ingresos-, sino también del esfuerzo hecho para atajar la crisis.


Un esfuerzo que el departamento que dirige Elena Salgado cifra en 25.000 millones de euros para acometer medidas de fomento del empleo y de la inversión o para sufragar las prestaciones por desempleo, cuyo gasto se ha disparado.


En este montante se incluyen también las medidas de carácter fiscal, como las reducciones de impuestos, los anticipos de devoluciones y los mayores aplazamientos en tributos como el IRPF, Sociedades o el IVA.


La caída de los ingresos se plasma especialmente en los impuestos directos, cuya recaudación se redujo el 14%.


En este momento de menor actividad empresarial, los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades cayeron el 25,2%, mientras que el deterioro del mercado laboral incidió en los ingresos por el IRPF, que bajaron el 12,9%.


Economía asegura no obstante que en julio ha mejorado la evolución de las retenciones del trabajo en comparación con el mismo mes de 2008, que concentró la mitad del impacto de la deducción de hasta 400 euros.


Los ingresos por impuestos indirectos se redujeron el 27,5%, hasta los 34.861 millones de euros.


Cayó sobre todo el IVA -el impuesto que grava el consumo y denota por tanto su evolución-, con 22.432 millones de euros de recaudación, un 36,1% menos.


La recaudación de los impuestos especiales bajó el 3% y destaca la caída del 13,3% en los ingresos por el tributo que grava el alcohol y las bebidas derivadas.


Mientras, fue distinta la evolución de los ingresos en los dos tributos que el Gobierno subió a finales de junio: tabaco e hidrocarburos. La recaudación del impuesto sobre hidrocarburos cayó el 6,3%, pero la del que grava el tabaco subió el 0,4%.


Frente a la caída generalizada de los ingresos, los gastos del Estado aumentaron el 24,5% hasta los 108.703 millones de euros. Destaca la subida de un 24,5% en las transferencias corrientes, donde se incluyen las partidas de 9.058 millones para cubrir las prestaciones por el aumento del paro.


Además, las transferencias de capital subieron el 188,7% hasta los 10.917 millones de euros, buena parte de ellos destinados a financiar el Fondo Estatal de Inversión Local.


Todos estos datos han hecho que el Estado tuviese hasta junio una necesidad de endeudamiento de 61.529 millones de euros frente a los 6.837 millones de un año antes.


También se conocieron los datos de ejecución de la Seguridad Social, que registró un superávit de 8.611,84 millones de euros hasta julio, el 33,33% menos que en el mismo periodo de 2008.