NEGOCIACIÓN CON LOS CONTROLADORES

El árbitro Manuel Pimentel, un hueso duro de roer

El acuerdo entre Aena y USCA sobre la persona que dirimirá sobre el conflicto de los controladores devuelve protagonismo al ex ministro de Trabajo.

Aena y los controladores. El agua y el aceite. Distantes hasta el extremo, las dos partes han encontrado por fin un punto de conexión. Ambos, tras una larga e intensa deliberación, han consensuado un árbitro para que dirima sus enormes diferencias en la negociación del II Convenio Colectivo de los vigilantes del cielo. El elegido es Manuel Pimentel Siles (Sevilla, 1961), ex ministro de Trabajo con José María Aznar; un hombre de principios que no tuvo reparos el 23 de marzo de 2004 en abandonar el Partido Popular por la decisión del Gobierno de llevar a España a la guerra de Iraq, un paso que calificó de "ilícito" y de "error histórico".


Tampoco tuvo empacho Pimentel en dimitir como ministro, eso sí, mediante un fax enviado a Aznar y después de anunciarlo en la prensa, al no compartir la política del Ejecutivo en materia de inmigración. Dejaba la cartera justo en el momento en el que saltaba la noticia de que la esposa del director general de Migraciones, Juan Aycart, era propietaria de una empresa de formación que obtuvo fondos públicos y un día después de cesar a Aycart y cargar con la responsabilidad política del suceso.


"La avaricia rompe el saco"

La elección del 'hombre bueno', propuesto por los controladores aunque no era su primera opción, puede parecer favorable al sindicato USCA. Sin embargo, todo tiene matices. Pimentel será un hueso muy duro de roer. El ex ministro no dudó el pasado diciembre en cargar contra ellos. Fue el día 14, poco después del caos aéreo generado por el plante masivo en las torres de control. Pimentel, que participaba en el programa de Canal Sur 'El meridiano', departía con otros contertulios sobre la situación en los aeropuertos y el estado de alarma decretado por el Gobierno.


"La avaricia rompe el saco", decía el hoy mediador sobre lo que entendía como históricos "privilegios" de los controladores, a los que acusaba de perjudicar al turismo al tener que soportar España "las tasas de navegación aérea más altas de Europa". Recién nombrado árbitro, la cadena Ser no tardó ni diez horas en rescatar esas declaraciones en las que Pimentel aseguraba "alegrarse" de la firmeza del Gobierno ante el órdago planteado por USCA.