CRISIS ECONÓMICA

El ajuste continúa en el sector del prefabricado en Aragón que ha perdido ya el 50% de empleo

La inseguridad en el cobro, la baja demanda y la "guerra de precios" están lastrando el futuro de muchas empresas.

Viga especial de 50 metros ejecutada por Tecnyconta Prefabricados de Hormigón para una de las naves del polígono Plaza de Zaragoza.
El ajuste continúa en el sector del prefabricado en Aragón que ha perdido ya el 50% de empleo

Las perspectivas para el sector del prefabricado de hormigón no solo en Aragón sino en toda España no son precisamente halagüeñas. "Hay muy poco trabajo. No hay continuidad sino que va a golpes y la guerra de precios es lo peor de todo", asegura Diego Castán, gerente de Prefabricados Agustín Castán, una empresa familiar creada hace 30 años y especializada en naves prefabricadas y depósitos de hormigón principalmente para explotaciones agrícolas y ganaderas, aunque también para la industria. "Ahora tenemos 22 empleados directos, pero llegamos a contar con más de 35. A final de 2008 hubo que hacer un ajuste". En opinión de Castán, a corto plazo, "no se atisba ninguna recuperación: para una obra hay diez deseando hacerla; así que la única solución es que las empresas vuelvan a reestructurarse". "Sobra capacidad productiva y hay que ayudar a las empresas a que puedan reconvertirse", reconoce Julián Martín de Eugenio Cid, secretario de la Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón (Andece).

El sector emplea actualmente en Aragón a unos 1.300 trabajadores, según Andece, pero hace dos años eran el doble. "La reducción en mano de obra ha sido del 50% desde finales de 2007, que fue el año récord en producción", asegura el secretario general de esta organización. "Y hay que tener en cuenta que la caída de personal es inferior a la caída de producciones que en vivienda ha sido del 90% y en la no residencial- obra pública o naves- del 70%", subraya Martín de Eugenio Cid, que advierte que "por desgracia el ajuste aún no ha terminado y las previsiones para el año que viene son aún peores".

También UGT ve la situación "dramática". "El sector está de pena. Las empresas lo están pasando fatal y algunas tienen verdaderos problemas para seguir subsistiendo. Las plantillas se han reducido mucho y la preocupación, en general, es grande", señala Santiago Fernández, de MCA-UGT Aragón (Federación del Metal, Construcción y Afines).

Precios por debajo de coste

"Hay poco trabajo y mucha competencia. Eso les está obligando a trabajar por debajo de precio de coste en una dinámica del sálvese quien pueda. Por otra parte, hay serias duras de que repunte la actividad en construcción. Así que el que pueda resistir 2011 y 2012, saldrá adelante, pero habrá muchos que se queden en el camino. Es triste, pero veo que el sector tendrá que ajustarse todavía bastante más".

En que la reestructuración en este sector no ha acabado coinciden sindicatos y patronal. Y también a la hora de denunciar prácticas que están llevando al sector por unos derroteros muy peligrosos. "La inseguridad en el tema del cobro y la disminución tremenda de los precios por la bajada de la demanda va a hacer que dentro de unos años se empiecen a notar las consecuencias de la baratosis". Un término, con el que el responsable de Andece, denuncia la práctica que están llevando a cabo algunas empresas de no controlar la calidad de manera sistemática porque producir con esos controles es muy caro y solo les importa ofertar el precio más barato del mercado. "Eso les está llevando a incorporar productos que no cumplen los criterios de seguridad de la Unión Europea". Sin embargo, en su opinión, lo lamentable es que la Administración Pública permita que esto ocurra, porque a la larga, "pasará factura ya que si no se han cuidado los controles de calidad, una obra que iba a durar 40 años, a los 10, habrá que repararla con dinero de todos". Para Martín de Eugenio Cid también es muy grave el recorte en inversión pública aprobado por el Gobierno. "Es una vuelta de tuerca más hacia el desastre porque ningún país que destruye su industria tiene posibilidades de salir adelante" y eso es precisamente lo que está haciendo España: "En lugar de disminuir gastos corrientes y superfluos de todas las Administraciones, se recorta la obra pública causando un daño irreparable al sector de los prefabricados de hormigón, que es de los punteros de la UE y que ha dado trabajo estable y de calidad".

La alternativa sería, según Andece, que en todo lo que fuera obra pública, la Administración exigiera en los pliegos de condiciones "una construcción industrializada y que primara eso sobre el precio porque así muchas empresas podrían mantenerse ".

"Si sigue esta tendencia de ajustar y ajustar los precios, va a mandar a muchas empresas al garete. Se está trabajando por debajo de coste. Como hay muy poco trabajo, las grandes firmas que antes se dedicaban a lo industrial, ahora se están metiendo en nuestro espacio -agrícola y ganadero- que es el único que sigue haciendo algo: silos, estaciones de bombeo, etc", asegura Diego Castán.

La competencia desleal y el recorte de infraestructuras en España está haciendo que las grandes empresas del prefabricado estén apostando por mercados ya en recuperación, si bien fuentes del sector indican que "esta actividad no es fácilmente exportable ".