AUTOMOCIÓN

Discreción en Detroit tras el complicado 2009

El Salón del Automóvil de Norteamérica es un reflejo de la situación del sector. Hay crisis, pero lo peor ha pasado ya y se espera un 2010 mejor.

Discreción en Detroit tras el complicado 2009
Discreción en Detroit tras el complicado 2009
EFE

El Salón del Automóvil de Detroit terminó ayer de mostrar a los medios de comunicación las novedades que los principales fabricantes presentarán en los próximos meses y con las que quieren olvidar el año más deprimente del sector.


Ayer, de entre los grandes fabricantes, solo las marcas de lujo de General Motors (Cadillac) y de Ford (Lincoln) presentaron novedades, mientras ejecutivos de todas las marcas expresaban su convencimiento de que 2010 también será un año difícil.

Cadillac desveló un prototipo que confirma la ruta que la marca va a seguir en la nueva General Motors surgida tras la quiebra de 2009. Por su parte, Lincoln ha demostrado que intentará seguir el éxito que Ford está empezando a tener de forma global al presentar el "cruzado" MKX 2011. El todoterreno de lujo de Lincoln será el primero que vendrá cargado con las últimas tecnologías que la marca del óvalo azul llama MyFord/MyLincoln Touch y que la empresa quiere convertir en una de sus ventajas competitivas.


Pero más allá de las presentaciones de Cadillac y Lincoln, las presentaciones a medios del Salón de Detroit concluyeron ayer de forma casi furtiva por la ausencia de grandes novedades. En la mente de todos está el deseo de que 2010 sea mejor que 2009, aunque no será un ejercicio fácil.


No hay motivo para la euforia, dijo el presidente de la Asocición de la Industria del Automóvil, Matthias Wissmann. El presidente de Chrysler y Fiat, Serio Marchionne, aseguró por su parte que el único dato tranquilizador es que en 2009 se alcanzó el punto más profundo de la crisis. El presidente de Ventas de la alemana Volkswagen, Christian Klingler, calificó 2010 como un año "desafiante" y consideró que el mercado mundial del automóvil no mostrará una tendencia de recuperación real.

GM, Opel y Saab

En cuanto a la filial europea de General Motors y la nueva Opel, el presidente de GM Europa, Nick Reilly, dijo en Detroit que en el Viejo Continente se seguirán sintiendo los efectos de la crisis en 2010, cuando se espera una caída de las ventas. Opel y la filial británica de GM, Vauxhall, vendieron el año pasado 1,2 millones de automóviles después de vender 1,4 millones en 2008. "En 2009 perdimos dinero en Europa", dijo el directivo. Sin embargo, se mostró convencido de que la firma volverá a ser rentable en 2011.


Reilly señaló también que espera presentar un plan para la reestructuración de Opel antes de final de mes y explicó que le falta cerrar las negociaciones con los sindicatos para ultimarlo. GM quiere recortar los salarios de sus trabajadores europeos a cambio de una participación en la firma.


Sobre esta negociación, el presidente del comité de empresa de la planta de GM en Figueruelas, José Juan Arcéiz, dijo ayer que espera que el diálogo se retome en cuanto sea nombrado al completo el equipo directivo de la multinacional en Europa, que podría ser el día 15. Mañana jueves, apuntó también, el comité mantendrá una reunión en la planta con el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y los consejeros de Economía y de Industria, Alberto Larraz y Arturo Aliaga, para intercambiar información sobre el futuro de la factoría.


Por otro lado, la filial sueca de GM, Saab, se encuentra cada vez más cerca del cierre. "Ninguna de las ofertas hasta ahora es convincente", dijo en Detroit el presidente de GM, Edward Whitacre, "pero la puerta no está aún cerrada". Ayer, mientras tanto, cientos de personas protestaron contra el cierre ante la sede de Saab en Trollhattan (Suecia).