DIÁLOGO SOCIAL

Corbacho abre el debate sobre el cálculo de las pensiones un día antes de la protesta sindical

El ministro de Trabajo asume en la comisión del Pacto de Toledo que la reforma solo se hará por consenso.

El Gobierno asumió ayer, un día antes de la primera manifestación sindical contra él, que que las pensiones solo se reformarán por consenso político. Ha puesto sobre la mesa de negociación una serie de propuestas bienintencionadas para garantizar el retiro de los trabajadores de hoy, entre ellas la del retraso en dos años de la edad legal de jubilación de los 65 a los 67, pero se mostró consciente de que el documento inicial -en este caso aprobado por el Gabinete el 29 de enero- en un debate de estas características dista mucho de la resolución final. Así se expresó el titular de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo (acuerdo de los grupos firmado en 1995 y renovado en 2003), que resaltó que las actuaciones en materia de protección social pública no se pueden llevar a cabo con decisiones tajantes de quien gobierna.


El ministro presentó la propuesta del Ejecutivo a sus señorías. No retiró ninguna medida planteada, sí dejo claro su talante conciliador y no descartó abordar cualquier cambio que sirva para garantizar la Seguridad Social a largo plazo. Es decir, junto con el retraso de la edad de jubilación invitó a la reflexión sobre la ampliación del periodo de cálculo para establecer la cuantía de las pensiones, situado en la actualidad en 15 años. Apuntó que está extensión beneficiará a los miles de trabajadores expulsados del mercado laboral cuando tienen en torno a los 55 años y llevan una larga carrera de cotización. También abogó por estudiar subir el tiempo (también de 15 años) de aportación que se necesita para acceder a una pensión mínima. Pero insistió en que optar por una medida concreta sea cual sea es una tarea de todos los grupos, cuyos representantes no deben cerrar los ojos a las dificultades que tendrá el sistema en dos décadas.


Corbacho despejó asimismo quién será la máxima autoridad del Gobierno en las modificaciones que se avecinan para la Seguridad Social. La única voz válida para expresar las pretensiones del Gabinete será la suya. Recalcó que el Ejecutivo "quiere ser enormemente respetuoso y de la reforma de las pensiones no se va a hablar fuera de este ámbito (comisión parlamentaria)". Algunos diputados socialistas interpretaron en esta declaración un aviso para otros ministerios que apuestan por cambios más radicales y menos consensuados. "No me hablen ustedes de Bruselas o no Bruselas", dijo en alusión a la confusión creada desde Economía al remitir a la Comisión Europea un documento sobre el futuro de las pensiones, cuatro horas más tarde rectificado oficialmente.

Presentación de alternativas

El responsable de Trabajo instó a los presentes a valorar la propuesta del Consejo de Ministros como un programa abierto para el debate, a abandonar las críticas y descalificaciones, y a presentar alternativas que afronten la evolución demográfica de España y el envejecimiento de la población. Resaltó, en este sentido, que "en 1991 un varón vivía una media de 15,6 años a partir de la edad de jubilación y una mujer lo hacía 19,2 años más", cifras que "en 2009 se han incrementado en dos años". Y esta variación positiva y no la actual crisis económica es el eje de la reforma que hay que acordar.


Para Corbacho, las variaciones que se adopten tienen que responder a la planificación debida y deben aplicarse de manera gradual con un doble objetivo. "Por un lado, han de garantizar la buena salud de nuestro sistema de pensiones dentro de 20 años y, en consecuencia, su sostenibilidad a largo plazo y, por otro, adaptar la Seguridad Social a las nuevas realidades de la sociedad española, reforzando la cobertura de los colectivos más vulnerables", expuso. "De esta manera -insistió- el documento del Gobierno recoge un conjunto de reflexiones y propuestas que se somete a la consideración de esta comisión" y que deberán aplicarse "en el horizonte temporal del año 2013, cuando ya se haya salido de la recesión económica".


El ministro subrayó la importancia de "seguir incentivando la prolongación de la vida activa", aunque "sería irresponsable no poner sobre la mesa el debate sobre la edad legal de jubilación". "En todo caso -continuó- el Gobierno es muy consciente de que se trata de un asunto particularmente sensible para la ciudadanía" y, por ello, reiteró que la propuesta del Gobierno "debe ser analizada con rigor por los miembros de la comisión para logar el mayor consenso posible".


Corbacho expresó su "total respeto" por los sindicatos CC. OO. y UGT, que inician hoy en Madrid, Barcelona y Valenia las manifestaciones contra lo que han denominado "pensionazo", un plan que el ministró matizó todo lo que pudo en su comparecencia de ayer en el Congreso.