Cientos de pensionistas llegados de todas las comunidades se manifestaron este miércoles por las calles de Madrid en demanda de "prestaciones justas". Llegaron al Ministerio de Trabajo e Inmigración, donde entregaron una carta para su titular Celestino Corbacho. Las reivindicaciones prioritarias del colectivo son "la despenalización de las prejubilaciones forzosas" de aquellos que con más de 35 años cotizados al cumplir los 65 años perciben el 60, 65 ó 70% del importe que les correspondería, y la subida de la viudedad que cobran 2,3 millones de mujeres, con unos importes medios de 540 a 635 euros mensuales. El aumento debería llegar, al menos, al 70% de la base reguladora.

La Confederación Estatal de Prejubilados y Pensionsitas (CEPYP) fue la organización convocante. Durante la marcha desarrollada "con respeto y seriedad", tal y como pretendían sus protagonistas, no se produjeron incidentes y se vieron pancartas con lemas como "los derechos del mayor, luego necesitaré yo", "si pierdo hoy, mañana perderás tu", o "pensiones justas en vida". En un ambiente festivo, aunque el despliegue policial fue bastante grande, sonaron gaitas y tamboriles.

Los asociados de CEPYP también demandan "representatividad".

Consideran "intolerable e inadmisible" que un colectivo de más de 8,5 millones de personas mayores no tengan "voz ni voto ni opciones a defender" en los foros donde se toman importantes medidas económicas. A su juicio, el Consejo Económico y Social, las mesas del diálogo social e incluso, determinadas comisiones parlamentarias como la del Pacto de Toledo, deberían hacerles un hueco.

La carta dirigida a Corbacho recoge que "los sindicatos se deben a los trabajadores en activo que les eligen y los empresarios a sus organizaciones", pero el Gobierno "debiera tener unas miras más amplias y prestar atención formal a todos los colectivos", máxime cuando están abocados "a una cierta marginalidad". Sus autores apuntan que es el momento de "plantearse con seriedad el debate sobre las penalizaciones hasta dar con una solución razonable que ponga fin a la injusticia" e igualmente, que ha llegado la hora de solucionar la situación de las pensiones de viudedad "pasando de las promesas incumplidas repetidas veces a los hechos".