VIVIENDA

CEOE presiona al Gobierno para que ayude a los promotores a vender sus 500.000 pisos 'colgados

La patronal advierte que es mejor subsidiar la compra de viviendas que pagar las prestaciones por desempleo que genere la crisis.

La patronal envió este martes al Gobierno un mensaje muy claro: es mejor subsidiar la compra de pisos y apoyar al sector que pagar pensiones por desempleo. El vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Lazcano, que también es presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), recordó la importancia del ladrillo para el empleo y la economía españolas, y subrayó que mientras la venta de casas permanezca 'muerta' España sufrirá las consecuencias. La ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, recogió el guante, apostó por el diálogo con todos los agentes y administraciones implicados en el negocio pero dejó entrever que el Ejecutivo exigirá a las empresas su parte de sacrificio.


"Nuevos retos para seguir construyendo" era el lema de las jornadas organizadas por la CNC y la Asociación para el Progreso de la Dirección. Un foro en el que los empresarios expusieron que sólo la implicación decidida del Gobierno para dar salida al medio millón de pisos 'colgados' que no hoy encuentran comprador permitirá al ladrillo salir de la crisis que vive y que, según todos los análisis, aún no ha alcanzado sus verdaderas dimensiones. Ni los planes aprobados la semana pasada por el Consejo de Ministros ni el interés mostrado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero han calmado a los promotores.


El sector vive asfixiado por una demanda inerte que, o no puede comprar (en la mayoría de los casos) o prefiere retrasar la adquisición en busca de gangas. A esto se suma la presión de los bancos, que cada día aprietan un poco más en las condiciones de sus créditos. Una escenario de inacción que está sembrando el camino de 'cadáveres' empresariales en concurso de acreedores. Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la CEOE, urgió a Zapatero a convocar el diálogo social: "Tendrá que llamar pronto a las partes e intentar que la desaceleración dure lo menos posible". "Lo que necesita el sector es confianza, financiación y empleo, y hoy no vivimos la euforia económica de 2004", record.

'Quid pro quo'


Beatriz Corredor, que llegó al Ministerio de Vivienda hace apenas quince días y en la peor etapa para el ladrillo del último decenio, no se arrugó ante las reclamaciones del sector. La ministra expresó su deseo de aunar voluntades y llamó a los empresarios a "convertir un ajuste necesario, previsible y anunciado en una oportunidad". La prioridad de Corredor es poner a todos (sobre todo a autonomías y ayuntamientos) en el mismo lado del carro y empujar hasta solucionar el problema. Para ello tratará de cerrar un gran Pacto de Estado por la Vivienda.


Pero no todo serán concesiones. A las peticiones de los promotores -que van desde la subvención en la declaración de la renta de la compra de segundas residencias a la subida del precio de la VPO- el Ministerio contrapondrá sus exigencias. Un 'quid pro quo' en el que todos sumen y nadie gane. Corredor aseguró que no va a permanecer impasible, pero también matizó que el sector del ladrillo que hoy es "extenso" y capaz de levantar más casas que Francia, Alemania y Reino Unido deberá convertirse en "intenso", y producir "mejor que Australia, Canadá o Japón".


La ministra reconoció que "el ajuste afectará de una forma diferente a unas y otras empresas". "Mi propósito es que sean aquellas más competitivas, innovadoras y productivas las que salgan reforzadas", dijo. Corredor destacó que el ajuste será más intenso de lo previsto inicialmente y que se prolongará al menos durante 2009. Será entonces dentro de dos años cuando la oferta (hoy desmesurada) empiece a casar con la demanda.