El secretario general de UGT, Cándido Méndez, criticó ayer que algunas empresas se están “aprovechando de la situación”, presentando ante la autoridad laboral expedientes de regulación “que no tienen relación directa con la situación de crisis”. Por ello, exigió a las administraciones que sean “muy rigurosas” y creyó que “deberían rechazar este tipo de expedientes”. En este sentido, defendió que den el visto bueno “a aquellos expedientes que vayan con acuerdo sindical, que en el mayoría de los casos llevarán un plan industrial”. Por contra, consideró que no hay que aprobar los que vayan sin acuerdo, como el último de suspensión de 17 días presentado por General Motors en Figueruelas.

En Aragón, ascienden a 308 los expedientes presentados en Trabajo, cifra que ha aumentado en 30 empresas en apenas dos semanas.

Méndez defendió las ayudas a la automoción, pero “con contrapartidas por parte de las empresas automovilísticas”, como “que no recurran a la extinción de puestos de trabajo”. Denunció que haya empresas que utilicen los concursos de acreedores (antigua quiebra y suspensión de pagos) “para zafarse de la negociación” que exige un expediente de regulación “y pagar la indemnización mínima a los trabajadores”.

Protestas sin huelga general

Apuntó que en enero “se intensificarán las movilizaciones” sindicales, pero rechazó una huelga general, como sugirió el día anterior el nuevo coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara. Así, consideró que “la mejor vía para combatir la crisis económica es el diálogo social”. Lara matizó ayer que sus declaraciones no fueron un llamamiento a la huelga general.

El líder ugetista pidió “gran celeridad” en las inversiones públicas para reactivar la economía y la necesidad de renovar el acuerdo de la negociación colectiva con los agentes sociales para lanzar un mensaje de “confianza” a las familias “por el mantenimiento del empleo y los salarios”, como vía para reactivar la economía.

A ello pidió que contribuyan los bancos y cajas, a las que se les ha inyectado dinero “no con el objetivo de mejorar su posición competitiva”, sino para que sirvan de “puente” con las familias y pymes.

Méndez participó en una asamblea de delegados en Zaragoza, tras la que se soltaron globos con el nombre de las firmas aragonesa con un ERE. La protesta se realizó junto a la Cámara de Comercio, porque el sindicato considera que el Consejo Superior de Cámaras está utilizando “un discurso muy agresivo e incitador para recortar los derechos de los trabajadores”, explicó Julián Lóriz, secretario general de UGT-Aragón.