La Caja Rural de Teruel incrementó su cuota de mercado en la provincia durante 2010 al alcanzar el 22% de los depósitos y el 28% de los créditos, frente al 21% y el 25,9%, respectivamente, de 2009. El aumento en la participación en el mercado financiero provincial se enmarca en los resultados de la entidad financiera, que acaban de ser presentados por el director general, José Antonio Pérez Cebrián, al Consejo Rector de la entidad.

La caja incrementó sus beneficios después de impuestos y de descontar el fondo de educación en un 5%, hasta situarse en 3,8 millones de euros. Además, cerró el ejercicio con una morosidad del 2,8%, muy por debajo del 5,5% que presenta, como media, el sector financiero. José Antonio Pérez Cebrián achacó la baja morosidad a las especiales características demográficas y laborales de la provincia.

Pérez Cebrián explicó que la escasa población provincial permite un conocimiento directo del cliente muy superior al que se puede dar en las zonas muy pobladas. Por otro lado, el desempleo, «que es generador de morosidad», se quedó en Teruel al terminar 2010 en un 12% frente al 20% nacional.

La Caja Rural de Teruel mejoró también su 'índice de eficiencia' al situarlo en el 50,2%, frente al 52,6% de 2009. Este parámetro mide el porcentaje que suponen los gastos generales y de personal respecto al margen ordinario generado. Además, fijó su 'core capital' o capital básico -que mide la solvencia de la entidad- en el 8,8% y, en breve, superará el 9%.

El director general de la caja rural reiteró la apuesta de esta entidad por el «modelo» actual de funcionamiento, que pasa por la independencia aunque dentro de la Asociación Española de Cajas Rurales, que agrupa a 73 entidades. El Consejo Rector mostró su satisfacción por los resultados en un año «complicado y en medio de la crisis económica». El director de la entidad señaló que «2010 fue, como mínimo, tan difícil como 2009».