FINANZAS

Botín exige un plan de rescate bancario "sin interferencias políticas"

El Banco de España debe tener "plena capacidad", para actuar "sin interferencias políticas" en todo el proceso de reestructuración del sistema financiero español. Emilio Botín se pronunció así de tajante -y hasta repitió el mensaje, subrayado por aplausos de la audiencia- en su intervención ante la junta de accionistas de la entidad. Queda claro que el presidente del primer grupo bancario español reclama que las comunidades autónomas no puedan abortar con su veto el rescate de alguna caja de ahorros, y que se abra un camino expedito a las fusiones interterritoriales e incluso a que los bancos puedan adquirir cajas.


Como la patronal bancaria, Botín exige que la intervención de la entidad que lo necesite se lleve a cabo con sentido de anticipación, "caso por caso", y que se le busque una solución a través de fusiones, superando los obstáculos que ahora plantea la legislación. Cuando un banco o caja obtenga ayuda pública, habrá de someterse a reestructuración obligatoriamente.


Botín anunció ante los accionistas que, pese a la actual crisis financiera "sin precedentes", el grupo Santander repetirá este año las ganancias del pasado, algo que "nadie en el mundo podrá emular", aseguró. En 2008, su beneficio neto, sin extraordinarios, ascendió finalmente a 8.876 millones de euros, cifra solo superada por dos bancos chinos de capital publico. En lo que va de año, el segundo trimestre ya ha sido mejor que el primero -que registró ganancias de 2.100 millones-, avanzó el presidente.

Los morosos se frenan


Hay otras pistas positivas. Según desveló el consejero delegado Alfredo Sáenz, la morosidad del grupo, que inicialmente se previó podría llegar a finales de año al 4,5%, se ha corregido a la baja.


"Ahora creemos que estará alrededor del 3,5%", concretó. Y el Santander todavía dispone de provisiones genéricas por importe de 6.000 millones de euros. Este colchón, impuesto por el Banco de España en tiempos de bonanza, retrasa el impacto de los morosos en la cuenta de resultados. Según cálculos que expuso Botín, esa cifra proporciona margen para que, incluso si los tiempos difíciles se prolongan dos años, los impagos no afecten ni al beneficio ni al capital.


Con estas premisas, el Santander destinará este año a dividendos la misma cifra de 4.812 millones que dedicó a remunerar al accionista por los resultados de 2008. Pero las consecuencias no serán idénticas, porque la macroampliación de capital ha aumentado considerablemente el número de títulos. De manera que el importe de la retribución por acción bajará el 9,2% al pasar de 0,65 a 0,59 euros por título. El 1 de agosto ya se pagará la primera cantidad a cuenta, 0,13 euros por título.

En los últimos diez años, resaltó Botín, el rendimiento de la inversión para el accionista del Santander ha sido del 76%, cuando la revalorización del sector bancario del IBEX-35 ha sido en ese mismo plazo, excluido esta entidad, del 12%.

No más compras

 

La estrategia del banco no pasa, en este momento, por nuevas adquisiciones. Pese a las oportunidades que ofrece el mercado, "no necesitamos, en absoluto, de nuevas adquisiciones para aumentar nuestros resultados", proclamó y reiteró, en tres ocasiones, Emilio Botín. Pero el mercado tiene memoria, y el presidente del Santander hizo parecidas afirmaciones antes de que la entidad se hiciera con el británico Abbey y el norteamericano Sovereign,


Abbey es una historia de éxito, y el presidente se comprometió con un accionista que le interpeló durante el turno de ruegos y preguntas, a que Sovereign reproduzca esa trayectoria.


Muchas intervenciones de accionistas reflejaron otras inquietudes. Abundaron las acusaciones al banco por la decisión adoptada con el fondo inmobiliario de Banif. Inversores que han visto cautivo su patrimonio emitieron duras críticas y censuraron que el grupo Santander optara por una liquidación aplazada cuando su competidor, BBVA, adquirió un fondo equivalente y proporcionó liquidez inmediata a los partícipes. "El consejo de administración, tras estudiar muy a fondo el asunto, adoptó la que consideró mejor solución para atender los intereses de inversores y accionistas", zanjó el presidente.