El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, anunció ayer, durante la presentación de la Ruta de la Garnacha, que su departamento está trabajando en habilitar una ayuda directa a los vitivinicultores de garnacha. "Es una de las grandes preocupaciones y necesita un apoyo directo", indicó.

Arguilé aseguró que se tramitará para que la Unión Europea la acepte y explicó que estas subvenciones servirán para que las viñas antiguas de producción baja, pero que aportan calidad, no tengan que acogerse al arranque que promueve la reforma OCM del vino.

Respecto a esta reforma, Arguilé aseguró que ha quedado bastante "arreglada", con lo que ya no habrá que hacer ninguna aportación más del PDR (Plan de Desarrollo Rural) y este podrá emplearse en beneficio del sector vitivinícola aragonés.

Según Arguilé, estas ayudas podrían ponerse en marcha en 2009 y con ellas se evitaría que el patrimonio de la garnacha disminuyera. "El objetivo es que al agricultor no le cueste hacer eso y que ganen igual que los que tienen otras producciones", añadió el consejero.

Por su parte, el presidente de la Denominación de Origen Campo de Borja, Gregorio García Chueca, indicó que estas ayudas deberían destinarse a todas aquellas vides a partir de veinte años de antigüedad, una medida que podría beneficiar al 70% de los productores. De las 7.500 hectáreas de viñas que hay en la denominación, 5.000 son de la variedad garnacha y más de 2.000 tienen más de 50 años de antigüedad.

Previsiones

En cuanto a las previsiones de cara a la próxima campaña, Gregorio García aseguró que se espera volver a batir un récord como el del pasado año. "Si siguen las condiciones actuales y teniendo en cuenta que prácticamente no se está arrancando, podría llegarse otra vez a los 40 millones de kilos de uva", apuntó el presidente de la Denominación de Origen.