AVIACIÓN

Aena teme una Navidad 'caliente' por el conflicto con los controladores

La empresa quiere reducir en 500 millones el coste salarial del colectivo hasta 2014 y anuncia que no parará hasta conseguirlo.

Aena teme unas Navidades 'calientes' en los aeropuertos españoles por el conflicto abierto con los controladores aéreos. La empresa pública se ha marcado como objetivo prioritario recortar en 500 millones hasta 2014 su gasto salarial en ese colectivo, y no va a parar hasta conseguirlo. Ese ajuste sería de 200 millones en 2010 y de otros 300 millones en los años siguientes. Así lo advirtió ayer Carmen Librero, directora de Navegación Aérea, que afirmó que el cambio en las condiciones salariales y de gestión de los 2.300 'vigilantes del cielo' adscritos a Aena "tiene que hacerse sí o sí".

 

Pero esa pretensión, reconoció, no es fácil, y va a generar "ruidos, que van a sufrir los aeropuertos, las compañías y los pasajeros". Los controladores, por su parte, tienen claro que aunque Aena pierda dinero y el sector se achique de forma inexorable, ellos no van a ceder en determinadas cuestiones "ganadas en los últimos años".

 

Mientras, miles de viajeros preparan sus viajes de diciembre, una de las épocas con más desplazamientos, y más sensibles desde el punto de vista social, de todo el año. "Nos jugamos mucho, y no va a ser fácil, lo tenemos que hacer con mucho cuidado, pero es ineludible si queremos garantizar la viabilidad futura de Aena", aseguró Librero.

Malas cifras de la compañía

Como telón de fondo, el declive del sector aéreo y los malos números de Aena en cuanto a navegación aérea, ya que sus controladores son los más caros de Europa (con un coste medio anual de 350.000 euros) y presentan una productividad muy por debajo de la media comunitaria. Aena tiene aquí un verdadero problema, ya que los controladores suponen un 17,7% de la plantilla pero, sin embargo, se llevan el 65,5% de los costes salariales totales de la compañía.

 

Librero busca un nuevo convenio colectivo (el anterior caducó en 2005) marcado por una contención extrema. Tras 47 reuniones con el único sindicato de controladores, el USCA, y después de haber presentado seis propuestas, la negociación no es que esté estancada, es que cada día se encalla más. La última oferta de la empresa es pasar de ese coste salarial medio de 350.000 euros a otro de 243.000 euros.