economía

Las previsiones de cosecha mejoran pero, ¿bajará el precio del aceite de oliva?

El litro lleva acumulada una subida del 68% en los últimos doce meses, según el IPC de abril. Las esperanzas de los consumidores están puestas en la próxima campaña.

Cuando aún no ha terminado la campaña de aceite de oliva, el sector comienza a calcular la producción de la próxima cosecha 2019-2020
Aceite de oliva.
HA

El aceite oliva sigue considerándose un "oro líquido" con los precios rondando los 9 euros el litro en muchos casos. Los consumidores se han ido acostumbrando a ver las botellas a incluso dos dígitos, por encima de los 10 euros, en un producto que siempre se encontraba por la mitad. En el último año acumula una subida del 68%, según los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) de abril publicados esta semana. 

La escalada de Aumento es del 14,8% en lo que va de año atendiendo a los epígrafes que analiza cada mes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según Facua se habrían alcanzado los 13,45 euros en abril, lo que supone un aumento del 4,1% en los supermercados respecto a principios de año. Desde la citada asociación de consumidores se ha apuntado que en origen cuesta 1,21 euros menos respecto a enero.

Previsiones del Ministerio

El Ministerio de Agricultura confía en que en la próxima campaña los precios empicen a bajar. Al menos, así lo ha expresado el departamento que dirige Luis Planas tras la mesa sectorial que se ha reunido esta semana. En ella se ha calculado que la cosecha de la actual campaña registra hasta el mes de abril "un crecimiento de la producción hasta alcanzar las 850.157 toneladas". Esto significa un incremento de un 11% sobre las estimaciones iniciales y un 28% sobre la campaña anterior, según se ha apuntado en un comunicado. En la reunión, donde participan organizaciones y entidades representativas del sector, se señaló que se prevé "un buen ritmo de comercialización de aceite de oliva".

Sobre la previsión para la próxima cosecha, "las estimaciones apuntan a una recuperación de la producción gracias a las precipitaciones y buenas condiciones climáticas de las últimas semanas", indicaron desde el Ministerio. La sequía, sobre todo, en Andalucía, el principal productor nacional, ha lastrado la producción y ha estado detrás de parte de la escalada de precios. Ante la mejora de la situación se espera que los precios "se sitúen por debajo de los altos niveles registrados en la actual campaña". 

De momento, del lado de los productores no ven próximas bajadas de precios. En Aragón, la campaña se terminó hace alrededor de un mes y habría seguido sufriendo los efectos de la falta de lluvias y la subida de costes. "No vemos que haya motivos para bajar precios", ha asegurado David Andreu, miembro de la Ejecutiva de UAGA y agricultor de Teruel, la principal provincia productora en la comunidad. "Ha sido una cosecha muy irregular porque en el Bajo Aragón ha habido bastante, pero en Andorra e Híjar casi nada, mientras en Belchite y Calatayud no ha estado mal. En Huesca, media cosecha", resume sobre el balance de este año. Con todo ello, "en Aragón ha habido media cosecha", concluye. 

En cuanto a la evolución de los precios, el agricultor señala que el precio del litro ya habría bajado de 9 y 10 euros a alrededor de 7 euros ahora, aunque reconoce que "estábamos acostumbrados a precios de 3 a 5 euros". Sin embargo, no espera más descensos este año "porque los costes de producción siguen estando ahí". Vender por debajo de los 7 euros supondría hacerlo por debajo de costes que prohíbe la ley de cadena alimentaria. "Hoy en día con la ley de cadena no se pueden hacer operaciones por debajo de costes", recalca el agricultor. 

Especulación en los mercados internacionales

Entre las razones para que el precio se mantenga apunta que el aceite de oliva es "un producto muy de moda". A ello une que en el mercado "siempre está la especulación" y "cuando a un producto hay ganas de darle un empujón hay actores que se encargan de hacerlo".  

En la especulación como motivo principal coincide José Ángel Oliván, presidente de la Unión de consumidores de Aragón (Ucaragón). "Lo que está ocurriendo es que los especuladores están especulando por precio, que no quiere decir que se lo paguen a los productores porque a ellos no  les llega todo", explica. Así, ante las cifras de producción previstas asegura que "la excusa de la sequía ya no nos vale, nos la dieron el año pasado y la cosecha ha sido buena".

"El precio está muy por encima del año pasado por estas fechas, sin que haya una razón", insiste. "Los lineales están llenos de aceite que no se vende porque la gente ha descubierto que con el de girasol se puede cocinar", apunta Oliván sobre el cambio de hábitos de consumo ante el encarecimiento del producto. El consumidor "no puede pagar el aceite de oliva a 9 euros" y lo sustituye por otro.

Cambio de hábitos y más ayudas

Dado que la situación se alarga, los consumidores han empezado a buscar alternativas. No solo en el aceite sino también en otros productos. "Nueve de cada diez consumidores estaban modificando sus hábitos, priorizando los productos en oferta y primando las marcas blancas y las compras en los súper de descuento ('low cost')", según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

En dicho informe se recogía la reducción del consumo de productos frescos, como la carne y el pescado (32%) o las frutas y verduras (18%), sustituyéndolos por alimentos envasados y congelados, "lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes", concluía OCU. Esta pide "aumentar de manera urgente y sustancial el importe del cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros.

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