Los fondos europeos, el maná que llega a cuentagotas a sectores determinados

Con más lentitud de la deseada, las ayudas del plan Next Generation EU van llegando a empresas de sectores que experimentarán cambios profundos en próximos años. En 2024 se ha ganado velocidad, según un informe de KPMG. Aragón ha recibido 929,3 millones de euros para un subcentenar de proyectos.

La fábrica de Stellantis en Figueruelas ha recibido ayudas del Perte VEC para impulsar su creciente electrificación.
La fábrica de Stellantis en Figueruelas ha recibido ayudas del Perte VEC para impulsar su creciente electrificación.
Marcos Cebrián

La aprobación del plan Next Generation EU en 2020 generó un gran entusiasmo entre gobiernos, administraciones públicas y empresas, no solo por tratarse de la primera vez que se recurría a la emisión de deuda comunitaria mutualizada, sino también por el importante volumen de fondos previstos por el plan, sostiene Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG en España. «Esta respuesta conjunta sin precedentes ante el impacto que la covid-19 estaba ocasionando en la economía europea buscaba, además, sentar las bases para transformar el tejido productivo de la Unión Europea e impulsar su competitividad a medio y largo plazo», añade Pérez en el informe ‘Perspectivas España 2024. Fondos Europeos’, realizado por la consultora en colaboración con la patronal CEOE.

En el mismo documento, José Alberto González-Ruiz, secretario general de CEOE, afirma que 2024 debe ser el año en el que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), la estrategia de España para canalizar los fondos de recuperación europeos, alcance velocidad de crucero. El dirigente de la patronal añade que es fundamental que eso sea así «si queremos que la oportunidad histórica que supone un plan de inversiones de esta envergadura sirva, realmente, para impulsar las transformaciones estructurales que necesita nuestra economía y para hacer frente a retos como los derivados de la doble transición digital y de sostenibilidad, la descarbonización o el envejecimiento de la población».

2023 fue un año clave para el desarrollo del PRTR. En octubre pasado, la Comisión Europea y el Ecofin aprobaron una Adenda a este plan, lo que ha dado acceso a los fondos contemplados en la fase 2 del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR):más de 94.300 millones de euros, 83.000 en forma de créditos y 101.3000 en transferencias, incluyendo las vinculadas al programa RePowerEU. Esta financiación, señala el informe de KMPG y CEOE, permitirá reforzar los Perte y poner en marcha nuevos instrumentos financieros a través de los cuales se canalizarán los préstamos.

Si esta cantidad se suma a los 70.000 millones de euros contemplados en la Fase 1, añade el informe, España recibirá más de 160.000 millones de euros para transformar su tejido productivo e impulsar la competitividad de su economía. De acuerdo con los cálculos incorporados en la Adenda, el impacto de las inversiones y de las reformas vinculadas al PRTR provocarán un aumento del PIB de 3 puntos porcentuales de media hasta 2031.

De momento, la repercusión de los fondos europeos en nuestro crecimiento económico sigue sin notarse. «Los datos que viene dando el ministerio de Economía recogen que el impacto en el PIB es limitado por el grado de ejecución hasta ahora», corrobora Cándido Pérez en declaraciones a este diario. Según sus cálculos, cada mes se están transfiriendo 1.100 millones de euros, una cantidad muy baja teniendo en cuenta que quedan solo 30 meses para que lleven a cabo todos los desembolsos. Para cumplir objetivos tendrían que materializarse inyecciones económicas de más de 4.000 millones al mes.

España, se indica en el texto de KPMG y CEOE, ha recibido ya 38.419 millones de euros del Plan de Recuperación. Según recoge el V Informe de Ejecución del plan, hasta noviembre de 2023 se habían resuelto convocatorias y licitaciones por 33.600 millones, con los que se están financiando más de 600.000 proyectos en todo el país. En diciembre pasado, el Gobierno solicitó el cuarto desembolso, de 10.000 millones, y en el mes de marzo la Comisión Europea concedió a España dos meses más, hasta el 20 de mayo, para evaluar esta solicitud.

Admite Cándido Pérez que hay unos sectores de actividad más favorecidos que otros en lo que a la recepción de estos fondos se refiere, pero recuerda que hay un gran impulso a la digitalización, lo que afecta a la economía de modo transversal (transporte, turismo, agua, vehículos, energía...), y también a la descarbonización, donde resultan más beneficiados sectores como el de la automoción y los transportes.

La gestión de las ayudas se ha llevado de modo más lento del deseado, reconoce asimismo el socio de KPMG, porque la Administración ha contado con recursos limitados para gestionarlas. Apoyarse en colaboración externa, privada, hubiere aligerado los trámites de expedientes, pero eso no ha ocurrido. «Mi percepción es que las convocatorias han dio complejas, pero los funcionarios han trabajado a un ritmo frenético», apuntó.

Cándido Pérez afirma que estos fondos europeos ya están dando frutos positivos que se ven en el éxito del Kit Digital entre las pymes o en proyectos que algunas fábricas han puesto ya en marcha. Se muestra esperanzado con el Perte de descarbonización y dice que le gustaría que el Perte Chip tuviese éxito, pero subraya que como país debemos aprovechar al máximo fondos europeos que, indica, «deberían mantenerse en el futuro».

Ayudas en Aragón

Aragón ha recibido hasta el mes de marzo pasado un total de 929,3 millones de euros procedentes de Europa, que van a ser destinado a un centenar de subproyectos de 25 componentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) que impactan en sectores como el turismo, el medio ambiente, la educación, la energía o la vivienda. De hecho, todos los departamentos del Gobierno aragonés están gestionando actualmente iniciativas financiadas por el PRTR.

En la presentación del informe de KPMG, el consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística del Ejecutivo aragonés, Octavio López apuntó que «ha habido algunos programas, como las ayudas para la descarbonización del transporte público del MITMA, con importes prefijados por población que para grandes municipios como Zaragoza han funcionado bien, como ha funcionado también bien el Programa de impulso para la rehabilitación de edificios públicos».

Sin embargo, consideró que otras líneas están adoleciendo de una mayor agilización en la gestión, lo que está lastrando su éxito, como en el caso de las subvenciones para la electrificación de vehículos al amparo del Plan Moves o el de la rehabilitación de vivienda en el medio rural, donde la implementación ha sido «claramente mejorable».

López reclamó una mayor agilidad en la gestión de los fondos, una tramitación más simplificada por una cuestión de solidaridad con la administración local. «Yo vengo de una comunidad con 700 pueblos de menos de 3.000 habitantes y me da coraje que no vayan a cumplir con muchos hitos por su incapacidad para gestionar las ayudas europeas», señaló.

El consejero incidió en las dificultades que una buena parte del tejido empresarial, en especial las pymes, están encontrando a la hora de optar a convocatorias o solicitar subvenciones por lo engorroso de los procesos.

Stellantis y la industria auxiliar

La industria del automóvil representa posiblemente el sector más claramente beneficiado por los fondos europeos, con un Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) que busca ayudar a los fabricantes y a sus proveedores a adaptarse mejor a un futuro marcado por la electrificación.

El ministerio de Industria es el encargado de gestionar este Perte, ahora en una segunda convocatoria que está a punto de darse por finalizada mientras se prepara ya una tercera e incluso una cuarta.

La planta de Stellantis en Figueruelas es la principal protagonista aragonesa en este Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte). En la primera convocatoria, lideró un proyecto, denominado, Tesis, que obtuvo 52,21 millones de euros y en el que participaron las empresas Atria, Comercial Edizar (Converzar), Enganches Aragón, Instalaciones y Montajes del Ebro Alegre Melero (Indeam), J3 Vision, Predict Land, Thermolympic y Umec, además del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA).

Otras dos iniciativas, una de Seat (Volkwagen), y una de Renault, contaron también con firmas aragonesas involucradas. En el de la primera, que se hizo con apoyos para su fábrica de baterías de Sagunto (Valencia), denominado ‘Future:Fast FCorward’, estaban pymes con sede en la Comunidad como Electrónica Cerler, Valeo Térmico, Pomceg, Asai, Grupo Cerler y Libelium, además de los centros tecnológicos Circe y el ITA. El de Renault incluía entre sus participantes a Centro Zaragoza. En total, unas 20 empresas de la Comunidad formaron parte del Perte VEC I.

En la segunda convocatoria, Stellantis recibió 54,4 millones que destinará a la instalación de la plataforma de los futuros coches eléctricos, denominada STLA Small, y cerca de 59 millones para su proyecto de fábrica de baterías, cantidad que ha calificado como insuficiente y que espera que se incremente al menos cuatro veces más, lo que ayudaría de manera decisiva a la puesta en marcha de la iniciativa. El grupo automovilístico no ha adoptado oficialmente una decisión sobre el proyecto que en el Perte denomina Antares y en el que según negociaciones en marcha contará con la multinacional china CATL como socia en una ‘joint venture’. De llegar a buen puerto, será la cuarta gigafactoría del grupo automovilístico en Europa.

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