Las bajas reservas hídricas y las restricciones de riego de 2023 debido a la prolongada sequía han causado la mayor caída en siembra de maíz en Aragón de los últimos años. "Ha sido una reducción del 41,2% de superficie sembrada", ha destacado Jesús Abadías, responsable de Desarrollo Rural e Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. 

"Si en 2022 se trabajadon 86.750 hectáreas, el último año se han quedado en 51.091", ha destacado al hacer balance del pasado ejercicio, siendo las provincias de Huesca y Zaragoza las más afectadas por dicha caída, mientras Teruel muestra la menor variación. Y de lo que se ha sembrado el 51,12% fue maíz convencional y el resto, transgénico. Y las variedades dedicadas al consumo humano han abarcado 15.000 hectáreas, unas 5.000 menos que el año anterior. 

Respecto a los precios, Abadías ha destacado que han caído desde los 331 euros que alcanzó la tonelada en 2022 con la guerra de Ucrania a los 207 euros por tonelada en la actualidad. 

Menos afectado por la escasez de agua se ha visto la siembra de girasol que ha caído un 11% en Aragón, habiéndose dedicado a este cultivo 23.672 hectáreas, un dato que sigue un 28% por encima de la media de los últimos cinco años y siendo Zaragoza la que más superficie dedica.

Luis Gazol, el coordinador de Red Arax, ha destacado que "la incertidumbre en el suministro originado por el conflicto entre Ucrania y Rusia ha propiciado que los agricutlores aragoneses incrmeenten la apuesta por este cultivo que requiere menos agua en comparación con otros cultivos de verano".  

Los precios del girasol, han remarcado desde Cooperativas Agroalimentarias, se han mantenido altos en los 450 euros por tonelada en la actualidad si bien llegaron a alcanzar los 799 euros por tonelada a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania hace ahora dos años. 

En cuanto a la soja, que sigue siendo un cultivo minoritario en Aragón, también registró un descenso del 32% en la siembra en 2023, habiéndose dedicado la pasada campaña 330,86 hectáreas frente a las 488 del año anterior. “El crecimiento constante de la soja es muy positivo”, ha destacado Abadías que ha vinculado su evolución a lo que marque la industria de las bebidas vegetales. Y de los precios, ha indicado que en 2021 se situaron en 650 euros la tonelada pero que en la actualidad ha bajado hasta los 450 euros.

Para la campaña de este año, las previsiones son inciertas. Pese a las últimas lluvias de marzo y que los embalses estén a más del 74% teniendo que desembalsar en algunos, desde Cooperativas Agroalimentarias han explicado que la primera siembra se hizo a la baja en septiembre y que los agricultores han apostado principalmente por los cultivos de invierno.

Así, como ha comentado Abadías para conocer alguna estimación de esta campaña, habrá que esperar para ver si se amplían estos cultivos en segunda siembra, si bien, aún con todo, no se prevé alcanzar las superficies de años anteriores, principalmente en maíz, el cultivo de verano con más presencia en la Comunidad. En esta campaña se han cultivado 51.091 hectáreas, mientras que en 2022 fueron 86.750 y en la de 2021 fueron 93.734 hectáreas.