Luis Martín, presidente de AJE Zaragoza: "Yo digo que soy inventor y emprendedor a partes iguales"

El líder de los jóvenes empresarios lamenta que el ecosistema de 'start up' en Aragón esté "muy fragmentado"

Luis Martín Nuez, presidente de AJE Zaragoza.
Luis Martín Nuez, presidente de AJE Zaragoza.
Oliver Duch

¿Cuáles son sus primeras impresiones como presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Zaragoza?

He estado en muchas reuniones, a veces solo para presentar la nueva junta y ver cómo valoran a nuestra asociación. Hemos hablado con gente importante, con capacidad de decisión en sus manos. Y como soy un poco cabra loca, un poco inventor, no puedo expresar todo lo que se me viene a la cabeza a la primera. Me está costando bastante quedarme sentado escuchando el 90% de la reunión, pero bien, la verdad es que estoy contento. No sabía al final que tuvieran tanta estima a lo que es AJE y a nuestra comunidad.

¿Qué es lo que más preocupa a los jóvenes empresarios?

Justo esa pregunta nos la hicieron en el Ayuntamiento de Zaragoza. Lo que más puede buscar un joven empresario es que su proyecto vaya adelante, que funcione y que tenga clientes. Nosotros echamos en falta que los programas de emprendimiento se centran mucho en el camino de cómo construir la empresa, pero no en materializarla en algo tangible. No te traen un cliente, no te abren las puertas y aunque es cierto que en algunos programas (como los de Arex, en internacionalización) sí que te ayudan, en otros no se ve el retorno.

¿Es la financiación la principal barrera que tienen los jóvenes empresarios para desarrollar sus productos?

No es tanto la financiación, sino vender. Si tuviésemos un programa que no solo forme, sino que dé un sello de calidad, iría bien. Tener más respaldo.

El ecosistema emprendedor aragonés está por detrás del de otras comunidades autónomas. ¿Qué ocurre?

Tenemos un ecosistema muy fragmentado. Es verdad que hay un montón de acciones, pero al final somos aprendices de mucho, maestros de poco. Al final, acabamos teniendo 100 co-workings y ninguna aceleradora puntera, como Wayra, como las de Málaga o como la de Juan Roig en Valencia, Lanzadera. Si no potenciamos nuestro ecosistema, los emprendedores se van a otro lado. Aquí cuesta esfuerzo y sudor que tu empresa lo pete. En Barcelona es al revés, te llevan en volandas, como a Pau García Millá.

¿Ha cambiado la percepción de los empresarios respecto a los emprendedores, que parece que gustan más?

Yo creo que estamos en un punto en el que incluso emprendedor me parece algo denostadísimo. Pero es verdad que desde los 90 esa figura del empresario está como muy estigmatizada y la de emprendedor era algo como asociado a la juventud.

A usted, ¿cómo le gusta que le llamen, empresario o emprendedor?

Yo digo que soy inventor y emprendedor a partes iguales. Inventor porque me gusta crear cosas de la nada y emprendedor porque me gusta monetizarlas. Las raíz es similar y se pueden utilizar indistintamente.

¿Se percibe en su Academia de Inventores, a la que van chavales de 3 a 18 años, chicos con ganas de ser empresarios?

Vemos que los chicos y chicas que tienen inquietudes se buscan el camino. Da igual que quieran ser inventores, emprendedores o músicos callejeros. Los que lo tienen claro encuentran la manera, y cada vez es más pronto porque ven cosas en el móvil y desde niños tienen referencias digitales.

¿Cree que ya hay menos jóvenes que quieran ser funcionarios? En Aragón, a diferencia de comunidades como Cataluña, más chicos y chicas han optado siempre por esa opción y no por emprender.

Ser funcionario no tiene una connotación tan positiva, a veces está asociada a no trabajar y más desde la pandemia, cuando eran los únicos que cobraban cuando todo estaba parado, mientras que ser emprendedor es sufrir, arriesgar. Pero nadie explica que para ser funcionario igual te pegas ocho años haciendo unas oposiciones a juez. Si tú a alguien le dijeras que si quiere ser funcionariao durante 40 años estancado en un puesto sin crecer o ser emprendedor de éxito, seguro que elige lo segundo, pero ni esto es lo bueno ni lo otro lo malo. Todo tiene que existir.

¿Por qué hay que asociarse a AJE?

AJEal final no deja de ser una familia. Cuando uno está emprendiendo y está en las primeras fases está solo, o con un socio, y no sabe que puede ir a eventos. Y esta es una carrera a largo plazo y es mejor hacerla con gente afín. Con otros puedes descubrir errores que ellos han cometido y que te sirven, hacer contactos útiles... Es como un club de ‘running’, en el que corres con otros y no solo, que da más pereza. El mayor beneficio de estar en AJE es ser partícipe de una familia, eso es obviamente bidireccional.

¿Qué objetivo se ha planteado como presidente de AJE Zaragoza?

La primera fase la hemos llamado de consolidación. Llevamos muchos años en la asociación recuperándonos de la situación que atravesó en años previos. Pero ha llegado el momento de decir, vale, estamos en un punto de ‘break even’. Eso significa que los proyectos que tenemos vamos a consolidarlos y de manera activa plantearemos unos nuevos. Ideas que teníamos antes y que no se hicieron por falta de presupuesto, recuperarlas. Queremos que AJE sea un ejemplo de proyectos innovadores y de alto impacto.

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