La reforma laboral que tan buenos resultados está dando en reducir la temporalidad pincha en otra variable clave para medir la calidad de un empleo: su duración. Es más, lejos de contribuir a alargar el tiempo de los nuevos puestos de trabajo, que sería el fin último, se está dando el efecto contrario: su mortalidad se eleva cada vez más, hasta el punto de que en el mes de enero uno de cada cinco contratos firmados fue tan efímero que duró menos de una semana y la duración media de los cerca de 1,2 millones de contratos firmados cae a mínimos para el primer mes del año: apenas 48,95 días, según se extrae de la estadística publicada por el Servicio Público de empleo Estatal (SEPE).

La sobrecotización que impuso la reforma laboral que entró en vigor hace dos años no está funcionando y no está sirviendo para desincentivar a las empresas a hacer contratos exprés. Por eso el Gobierno sigue elevando aún más esta penalización para los contratos de muy corta duración, que siguen representando un elevado porcentaje en el mercado laboral español. En concreto, la cotización adicional que tienen que pagar los empresarios por un contrato inferior a 30 días -una vez concluyen estas relaciones laborales- es de 29,74 euros.

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Este castigo, no obstante, se incrementará alrededor de un 5%, hasta los 31,22 euros, cuando se publique la orden definitiva de Bases de Cotización para 2024. Se trata de un alza en consonancia con el aumento que experimentará también la base mínima, que se eleva en la misma proporción que el salario mínimo interprofesional.

Pese a esta penalización, un tercio de los contratos firmados en enero, más de 400.000, presentaron una duración inferior a 30 días, por lo que las empresas tuvieron que pagar casi 30 euros de sobrecotización.

Esta proliferación de los contratos de muy corta duración ha llevado la duración media de los contratos en enero a 48,95 días, la menor desde el inicio de la serie. Significa que en los últimos 18 años su duración prácticamente se ha reducido, puesto que en 2006 se situaba en 86,8 días.

Una de las duraciones más bajas si se analizan los contratos por sectores está en el campo, que se está movilizando en estos últimos por sus bajos precios. Así, en el sector agrario la duración se reduce casi a la mitad que la media: 26,86 días. En el lado contrario, la mayor duración se registra en la educación, donde se eleva a 175 días; seguido de actividades profesionales (157,77 días) y la Administración Pública (139,81).