El grupo canadiense Linamar proyecta su futuro europeo desde Zaragoza
El fabricante de componentes para automoción aborda su estrategia para el Viejo Continente en la ciudad sede de la antigua Alumalsa.
Trabajan en Aragón decenas de empresas de capital extranjero en muy diversos sectores de actividad, muchas de ellas de la industria de la automoción, que es estratégica para la comunidad autónoma. Zaragoza es una ciudad que está en los mapas de multinacionales estadounidenses, canadienses, alemanas, francesas, chinas, japonesas y de otros países, con más o menos protagonismo, seguramente muchas veces sin el reconocimiento que merecen quienes están al pie del cañón gestionando factorías o participando directa o indirectamente en la fabricación de productos que acaban en países lejanos. Por ello resulta relevante que altos directivos de las compañías vengan a constatar in situ el trabajo que se hace por estos lares y obtengan otra visión útil para proyectar planes futuros. Tal cosa ocurrió esta semana en la multinacional canadiense Linamar, propietaria desde 2016 de la fábrica de componentes para automóviles de la antigua Alumalsa. Directivos de la firma procedentes de varios países estuvieron en Zaragoza, donde aprovecharon para conocer Mobility City y todo lo que hace el Clúster de la Automoción y la Movilidad de Aragón (CAAR) y abordar la estrategia para Europa de cara al futuro.
El propósito de la reunión de Linamar en Zaragoza, según fuentes de la empresa, ha sido "la definición de los objetivos estratégicos del grupo para su desarrollo en Europa". Encabezados por Chris Franks, presidente de Linamar Europa, y Loreto Ibanez, vicepresidente de Operaciones y presidente de Linamar Zaragoza, una veintena de directivos abordaron aquí estrategias comerciales y de inversión para aplicar en el Viejo Continente, donde el grupo dispone de 19 plantas, ubicadas en España, Francia, Reino Unido, Hungría, Alemania y Bulgaria. La multinacional, con 31.000 trabajadores en 70 plantas en el mundo, fabrica componentes para la industria del automóvil, de equipamiento industrial (equipos de elevación a través de su marca Skyjack) y tiene también una intensa actividad en la producción de equipamiento agrícola (a través de sus marcas Macdon, Salford, Oros y, más recientemente, Bourgault).
Aunque desde 2021 se considera oficial el nombre de Linamar Zaragoza, la planta aragonesa de este grupo canadiense sigue siendo conocida como Alumalsa, que inició su andadura en 1946 como empresa de fundición de aluminio y aleaciones, de ahí su nombre. En 2016, Linamar compró Montupet, grupo francés al que pertenecía, e inició una nueva etapa. La planta zaragozana no cuenta con el número de trabajadores que llegó a tener y ha pasado por diferentes vicisitudes, incluida la obligación de paralizar su producción (en 2022) cuando se dispararon de modo inimaginable los costes energéticos. Estos últimos años ha tenido más estabilidad y su proyección a futuro es positiva, sustentada por importantes inversiones para adaptarse a los cambios que experimenta la industria del automóvil. Con una plantilla estable de 350 empleados, Linamar Zaragoza cerró 2023 con ventas por 64 millones de euros, un 15% más que el año anterior.
La planta de LLMZ en Zaragoza, ubicada en La Cartuja, es una de las principales factorías del grupo canadiense y está especializada en la fabricación de componentes de aluminio para automoción, teniendo como clientes a los principales fabricantes (Renault, Mercedes Benz, Ford, Audi y más recientemente los grupos Volkswagen y Stellantis). La factoría es también proveedora de piezas para Continental y Bosch y para John Deere, en este caso de maquinaria agrícola.
El clúster de automoción aragonés, con su presidente, Benito Tesier, a la cabeza, arropó al equipo de Linamar Zaragoza en la celebración del encuentro de directivos, que se celebró los días 30 y 31 de enero y 1 de febrero. Vender Aragón, como se suele decir, siempre valdrá la pena.
