Expatriados aragoneses: el valor de trabajar en el extranjero

Dejaron tierras aragonesas para vivir experiencias laborales fuera de España. Con fecha prevista de vuelta o sin ella, su enriquecimiento profesional y personal está fuera de toda duda. 

Arriba: Beatriz Longás, Cristina Montañés Rubén Laplaza. En medio: Emma Lopez, Fernando Andreu y José Ignacio Pedrajas. Abajo: Forcus Martínez, Fernando Canalejo y David Serrat
Arriba: Beatriz Longás, Cristina Montañés Rubén Laplaza. En medio: Emma Lopez, Fernando Andreu y José Ignacio Pedrajas. Abajo: Forcus Martínez, Fernando Canalejo y David Serrat
J. M. Marco / R. Losada

Trabajan en países tan distintos como Alemania, China, Francia, Estados Unidos, Dinamarca o Austria. Unos con fecha de regreso a España y otros sin ella. Mientras tanto, disfrutan de una experiencia que, aseguran, les enriquece tanto profesional como personalmente. Son trabajadores aragoneses expatriados, que aportan los conocimientos y habilidades que obtuvieron en su tierra de origen en otros países y que volverán (o no) con una cualificación y una forma de ver la vida –la laboral y la que no lo es– más abierta, con más amplitud de miras.

Beatriz Longás y Cristina Montañés, en el fabricante de electrodomésticos BSH; Rubén Laplaza, Emma López y David Serrat, en el productor de rodamientos Fersa; Fernando Andreu, en la automovilística Stellantis; José Ignacio Pedrajas y Forcus Martínez, en Prodesa Medioambiente, y Fernando Canalejo, en DPA, hablan en estas páginas de cómo es su vida en sus puestos actuales.

Una vida que bien conoce José Antonio Vicente, director gerente de la empresa pública Aragón Exterior (Arex), que trabajó en Doha (Qatar)y en Shanghai (China) antes de volver a casa hace unos meses. Tras ejercer como director de la Feria de Zaragoza, estuvo cinco años ayudando a implantar un nuevo modelo de negocio (el de Fira de Barcelona) en el Doha Exhibition and Convention Center (DECC) y luego marchó a China a un puesto similar año y 9 meses. "Trabajar con equipos internacionales te abre mucho", afirma. "Te permite saber adaptarte a cualquier situación y te ayuda a ganar contactos que pueden ser útiles para tu siguiente trabajo", relata de modo resumido.

Gestionar las condiciones en las que se van los expatriados no es tarea fácil, señala Noelia Hernández, consultora en Internacionalización en la firma alicantina Hernández & Sánchez Asociados. "Esto ha cambiado mucho", relata. "Con la crisis de 2008 muchos profesionales se fueron de España con condiciones peores a las que tenían aquí porque aceptaban cualquier cosa, pero eso ya no ocurre, ahora los sueldos y las condiciones fuera son mejores", cuenta. "Lo ideal es que todo esté pactado", añade en referencia a la fecha de vuelta, cómo se cotiza para la jubilación, qué cobertura médica se tiene en el país de destino, si van con pareja o con hijos qué les incluye, facilitar los visados, homologar los títulos profesionales... "Todo tiene que estar previsto", incide, consciente como consultora en la materia de lo que hay que hacer. Incluso hay que pensar, indica, en las condiciones de regreso, en si el profesional que vuelve tendrá aquí un puesto de similar responsabilidad con un sueldo parecido o no.

BSH Alemania: Innovación y compras en electrodomésticos 

Cristina Montañés y Beatriz Longás
Cristina Montañés y Beatriz Longás
José Miguel Marco

Ingeniera en Diseño Industrial por la Universidad de Zaragoza, Cristina Montañés se fue hace cinco años a Nuremberg a buscar trabajo. No tenía experiencia laboral y por eso le costó encontrarlo. Ejerció un tiempo de camarera, pero todo cambió cuando accedió a un programa del grupo de electrodomésticos BSH para recién graduados. "Aprendí mucho, estuve en innovación en informática en Múnich, en producto de lavado en Berlín y en experiencia de usuario en placas de inducción en Montañana, Zaragoza", recuerda. El programa concluía con la incorporación a un puesto estable y ella se quedó finalmente donde hizo las primeras prácticas, en la capital bávara. Lleva dos años ahí y tiene un contrato alemán.

En esa misma localidad,  donde el grupo BSH tiene su sede central, desarrolla su actividad laboral Beatriz Longás, que estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Zaragoza. Ella ya estaba en la compañía (donde lleva 9 años), en el área de márquetin, en Montañana. En enero de 2022 supo de una vacante en Múnich y unos meses después ya estaba ahí. Integra un equipo internacional de 140 personas, el departamento de Compras de producto adquirido (es decir, no fabricado por BSH). El equipo tiene profesionales de 15 nacionalidades que se comunican en inglés. 40 de ellos están en la sede central y el resto en China, India o Estados Unidos.

Montañés y Longás echan de menos España e incluso hablan de volver en un futuro, pero BSH Alemania les permite teletrabajar el 20% del total de su tiempo en un país europeo, posibilidad que a veces aprovechan para volver a casa. Admiten que la vida en Múnich es cara, pero también que los sueldos son más altos que en España. Ambas valoran mucho la experiencia que están viviendo y destacan la confianza que esto genera en sí mismas. "Después de esta experiencia el límite es el mundo y te lo pones tú", proclama Cristina Longás.

Unos 80 españoles, reseñan ambas, trabajan en las instalaciones alemanas de BSH.

Fersa China: Impulsar proyectos en la fábrica de Jiaxing

Rubén Laplaza y Emma López
Rubén Laplaza y Emma López
José Miguel Marco

Rubén Laplaza y Emma López, ingenieros informáticos de Hecho y Lárrade (en Huesca) respectivamente, viven desde agosto pasado una experiencia de vida que trasciende con creces la aventura profesional. Con tres hijos (de 5, 6 y 8 años), trabajan en Jiaxing (China), donde el fabricante de rodamientos aragonés Fersa Bearings tiene una planta. Los nuevos proyectos de la compañía en el país asiático (una nueva factoría y un almacén) y el deseo de la empresa de mejorar la interlocución de la sede central en Zaragoza con la filial china les llevaron a Jiaxing. Ahí ayudan a un funcionamiento de la ciberseguridad más eficaz y a implementar medidas de digitalización que se enmarcan en la apuesta por la denominada industria 4.0.

Laplaza y López trabajan en inglés. A la pareja se les dio la posibilidad de aprender chino pero eso les exigía invertir un tiempo que no tienen. A los niños, admiten, hay que ayudarles con los deberes más que en España (van a una escuela internacional en la que se habla chino e inglés) y el cambio horario les obliga a trabajar a distintas horas. Pero están muy contentos. "Experiencias como esta te abren la mente", apunta López.

Rubén Laplaza, que ejerció como responsable de IT (área de tecnología de la información y las comunicaciones) en Fersa Zaragoza, es ahora el responsable del departamento en Jiaxing y está constatando las diferentes formas de trabajar entre España y China. "Aquí la gente es más autónoma que ahí, donde las personas están más acostumbradas a que les manden", cuenta. "Su modelo de educación les ha inculcado que hay que obedecer, pero es verdad que una vez que aprenden van más rápido que aquí", precisa.

Fersa tiene a seis trabajadores españoles expatriados en China, que viven lejos pero están bien conectados. Emma López reponde con rapidez cuando se le pregunta qué echa de menos:"La comida, sobre todo el jamón, y la familia". Ella y Laplaza apenas tienen tiempo para pensarlo. El trabajo y los niños –que "se han adaptado bien", afirman– llenan sus horas.

Fersa Austria: Más cultura de la empres en la filial centroeuropea 

David Serrat, en su Zaragoza natal el pasado martes
David Serrat, en su Zaragoza natal el pasado martes
José Miguel Marco

David Serrat, con grado en Finanzas y Contabilidad por la Universidad de Zaragoza, trabaja en Fersa desde 2019. En un principio, en la sede de la empresa en el polígono Plaza, y aunque un tiempo lo hizo para la fábrica del grupo en Steyr (Austria) desde aquí, desde hace poco más de un año lo desempeña en el país centroeuropeo después de que le ofrecieran liderar ahí un equipo en el que están cinco personas más. En ello está, poniendo de su parte para que la filial austriaca, NKE, esté mejor integrada en la cultura del grupo aragonés, fabricante de rodamientos para varios sectores industriales.

Serrat, que tiene también un máster en Management (Gestión) por la IE Business School, desarrolla su actividad laboral en el día a día en inglés, aunque poco a poco va mejorando con su alemán. Él no ve, como sus colegas españoles que están en China, una cultura de la obediencia casi ciega tan arraigada, pero tampoco un funcionamiento con cierta autonomía como el que se da en España. "Ellos dedican mucho tiempo a la planificación, pero al final acaban siendo rápidos", señala. Sin embargo, precisa, "no tienen el ritmo que tenemos aquí, van con más calma, la sensación de urgencia es diferente".

El joven profesional zaragozano, al que acompaña su pareja en Steyr, ha pactado con la empresa estar en Austria tres años, de modo que prevé su regreso a España para finales de 2025. "Profesionalmente, en este último año he crecido un montón, aunque en Zaragoza estaba más arropado y en Austria no", reconoce.

NKE Austria GmbH, filial del grupo aragonés Fersa Bearings, desarrolla y produce soluciones personalizadas de rodamientos con una amplia gama para aplicaciones de energía eólica y los sectores ferroviario, agrícola e industrial. Los productos que salen de su factoría en Steyr, localidad con unos 40.000 habitantes, se distribuyen en 60 países por medio de más de 240 distribuidores y 18 oficinas representativas internacionales. De las instalaciones fabriles de NKE salen 185.000 piezas al año.

Stellantis París: Una carrera internacional llena de experiencias 

Fernando Andreu O’Sullivan.
Fernando Andreu O’Sullivan.
Stellantis

Fernando Andreu, ingeniero industrial por la Universidad de Zaragoza, entró a trabajar en la antigua General Motors España en 1996, tras dos prácticas como becario realizadas durante los estudios (en las áreas de Calidad y Carrocerías). Desde entonces y hasta ahora ha desempeñado puestos de responsabilidad tanto en la fábrica de automóviles de Figueruelas (que se integró sucesivamente en el grupo francés PSA y después en la actual multinacional Stellantis) como en otros países.

Andreu es en la actualidad el responsable de Estrategia Industriall de todas las marcas del grupo Stellantis en Europa, Oriente Medio & África, así como India & Asia-Pacífico. Viaja mucho, pero ejerce el puesto en la central de la compañía en París. En Zaragoza ocupó varios puestos, entre ellos el de director de Calidad y el de Manufacturas, y es el único español que ha dirigido una planta alemana.

"En los últimos 16 años he vivido 11, y ya camino de 12, fuera de España", relata. "En mi primera misión, el menor de mis hijos, Fernando, tenía apenas unos meses, mientras que en la actual, la mayor, María, ya no nos ha acompañado al tener que quedarse estudiando Medicina en Zaragoza, carrera que inició hace cuatro años", cuenta. "En este tiempo llevamos a nuestras espaldas siete mudanzas y otros tantos cambios de colegio, con lo que ello supone para la familia y especialmente para mi esposa, que en su momento tuvo que renunciar a sus aspiraciones profesionales para apoyar todas estas aventuras", añade.

Andreu está convencido de que su carrera ha beneficiado a sus hijos, no solo por su preparación –la mediana, Aitana, habla cuatro idiomas y estudia un doble grado de Economía en francés, alemán e inglés–, sino "por la forja de carácter y riqueza que les ha dado la exposición a diferentes entornos, cultura y amistades". El enriquecimiento del desarrollo profesional y el interés/apetito de toda la familia de conocer países y culturas diferentes han sido su motivación, indica, para llevar adelante esta carrera profesional.

Prodesa Estados Unidos: Conquistar un mercado clave para la compañía

Forcus Martínez y José Ignacio Pedrajas.
Forcus Martínez y José Ignacio Pedrajas.
Rubén Losada

Prodesa Medioambiente, ingeniería aragonesa especializada en el diseño y producción de fábricas de pellets de biomasa, inició su andadura en 1999. En 2010, uno de sus fundadores y su actual presidente, José Ignacio Pedrajas, hizo un viaje de prospección a Estados Unidos y se dio cuenta de que ahí tenía un mercado muy interesante. En septiembre de 2011, envió a Forcus Martínez, ingeniero industrial por la Universidad de Zaragoza a abrir una oficina en Atlanta. Un año después, él mismo se trasladó a esa ciudad del estado de Georgia con toda su familia. Desde entonces, Prodesa ha crecido de modo exponencial y tiene en Norteamérica (EE. UU. y Canadá) el 50% de su facturación, que este año cerrará entre los 42 y los 43 millones de euros.

Con visados de todo tipo (desde los más elementales hasta la ‘green card’, ya hoy), Pedrajas y Martínez han constatado que con una masa forestal impresionante, Estados Unidos ha sido el sitio idóneo para vender fábricas de pellets. "Hemos hecho muchos proyectos y ofrecemos buenos servicios, al estar ahí todo es más fácil", indica el presidente de Prodesa, que valora el enfoque ‘businees friendly’ (pronegocio) que tienen las administraciones de ese país. "Te haces mucho más práctico trabajando con ellos", apunta por su parte Martínez, feliz en una sociedad abierta e internacional como la de Atlanta, donde ha creado una familia.

El caso de José Ignacio Pedrajas es muy particular. No es habitual que el máximo responsable de la compañía sea el expatriado. Él creó la empresa en 1999 con José Manuel Martínez como socio. Este último se quedó al frente de la sede central cuando Pedrajas se instaló en Atlanta en 2012. Al jubilarse Martínez, desde 2021 es el único propietario y presidente, mientras que José Ricardo Castro y Carlos Isábal ejercen como codirectores generales. Con las nuevas instalaciones de la compañía en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR), que se inauguran en 2024, Pedrajas ya piensa en el regreso, acompasado con las carreras universitarias de sus hijos.

DPA Dinamarca: Un ingeniero acústico en la I+D de los micrófonos 

Fernando Canalejo.
Fernando Canalejo.
José Miguel Marco

Ingeniero en Telecomunicaciones por la Universidad de Zaragoza, Fernando Canalejo trabajó dos años en Hiberus Tecnología antes de marcharse a Copenhague, donde cursó un máster en Ingeniería Acúsica en la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU). En su segundo año ahí empezó a trabajar en DPAMicrophones, una firma especializada en micrófonos en miniatura, donde tiene contrato desde hace año y medio. Él forma parte del equipo de Investigación y Desarrollo (I+D), dirigido por un barcelonés, si bien la inmensa mayoría de quienes forman la plantilla son daneses. La compañía tiene su sede central en Copenhague, con 40 empleados, y una fábrica en otra localidad.

"Dinamarca es muy tranquilo y en la empresa nos dejan organizarnos como queramos siempre que se cumpla con el trabajo", apunta Canalejo, que asegura que esa es precisamente una de las razones por las que le gusta estar ahí, ya que eso le permite dedicarse a su otra pasión, la música. "Se respeta mucho el tiempo libre, que se pueda conciliar lo laboral con lo personal", indica. "Tengo libertad de horario y a todos nos respetan mucho el tiempo del que disponemos fuera del trabajo, pero sí se interesan por lo que hago entonces", admite, tras señalar que en la empresa saben bien cuáles son los días que ensaya con su banda de rock.

Reconoce este zaragozano de 26 años que "trabajar en una empresa puntera como DPA, que está a la última y se dirige a clientes muy top, mola un montón". Trabajar en I+D, con un enfoque claro en márquetin, y tocar con su grupo de música (en el que están también un indio y un griego) le llena como profesional y como persona.

DPA inauguró hace unos meses la nueva sede en la que trabaja Canalejo. Las nuevas instalaciones ofrecen mejoras significativas para I+D y pronto tendrá acceso a una cámara anecoica completa que ayudará en la creación de los precisos micrófonos de esta firma danesa.

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