El PIB crece un 1,9% el tercer trimestre en Aragón, pero menos que los anteriores
El dinamismo del empleo y las exportaciones siguen tirando de una economía que acusa ya cierta desaceleración al igual que la española o la del resto de países europeos
La economía aragonesa sigue creciendo, pero con menos fuelle este tercer trimestre. Es una de las conclusiones del Boletín Trimestral de Coyuntura publicado ayer por la DGA. Un boletin que recoge que el PIB de Aragón ha logrado avances del 3,7% anual en el primer trimestre del año, del 2,3% anual en el segundo y del 1,9% anual en el tercero, holgadamente por encima del promedio de la Unión Europea, cuyo crecimiento fue del 1,3% anual, del 0,6% y del 0,0% repectivamente.
Las razones para esta ralentización en el crecimiento que apunta el boletín se deben a «una menor contribución al crecimiento tanto del sector exterior como de la demanda interna, donde la aceleración de la inversión de la inversión en bienes de equipo no pudo compensar la pérdida de fuelle del consumo y la inversión en construcción».
Sin embargo, el empleo sigue tirando de la buena marcha de la economía en Aragón al registrar aumentos del 1,3% anual en invierno, del 1,2% anual en primavera y del 2,2% anual en verano, situando la tasa de paro en el 7,8% de la población activa en media del tercer trimestre del año, la cifra más baja desde el verano de 2008.
En cuanto a los precios, la información remitira por el departamento de Economía de la DGA, indica que las tasas de inflación en Aragón han sido algo más contenidas que la media nacional, del 4,8% anual en el primer trimestre del año y del 2,3% anual tanto en el segundo como en el tercero. Si bien, la subyacente se ha situado por encima de la inflación general siendo del 5,7% anual en media del tercer trimestre, aunque algo más baja que en el conjunto de España.
Los indicadores parciales disponibles del cuarto trimestre de 2023 sugieren que la economía española y aragonesa mantendrían un dinamismo similar al registrado en verano, con ciertas señales de pérdida de tracción.
«Ambas economías vienen mostrando una notable resiliencia, particularmente por comparación con la UEM, en un entorno adverso dominado por el endurecimiento de la política monetaria y una elevada incertidumbre geopolítica», destaca el boletín. «Esta resiliencia se apoyaría en la relativa solidez del consumo de los hogares, que a su vez descansa en el buen comportamiento del mercado de trabajo, así como el dinamismo de las exportaciones de bienes».
El Boletín Trimestral de Coyuntura advierte de que pese a este dinamismo, «la economía española y aragonesa participan de la tendencia general a la desaceleración» y adelanta que el «debilitamiento» que empieza a observarse se prolongará los próximos trimestres, por lo que «las previsiones para 2024 se vienen revisando más bien a la baja para la mayor parte de los países».
En cuanto a los riesgos, según el Boletín, «permanecen inclinado a la baja, entre otros factores, por las dudas sobre China, dado su peso en la economía mundial, o las tensiones geopolíticas, al haber aparecido un nuevo foco con el conflicto en Israel» y estar pendientes de elecciones en 70 países en 2024, entre las que destacan las presidenciales en Estados Unidos en noviembre y las elecciones al Parlamento Europeo en junio.
