Reinserción laboral en la automoción aragonesa

Un programa con fondos europeos activado tras la pandemia ayuda a recolocarse a casi 200 trabajadores.

Ricardo Roda, en la sede del Clúster de Automoción de Aragón.
Ricardo Roda, en la sede del Clúster de Automoción de Aragón.
Guillermo Mestre

Con excepción de la Unión Económica y Monetaria y la creación del euro, pocas veces se habían movilizado tanto las instituciones europeas en el terreno económico-empresarial-laboral como lo hicieron a raiz de la pandemia del coronavirus. La paralización generalizada de la actividad en todo el Viejo Continente (y en el mundo, aunque no con las mismas afecciones en las mismas fechas, lo que complicó todo un poco más) les dio pie a realizar todo tipo de acciones para impulsar la actividad de las empresas y para proteger a los trabajadores. En esto último caso vale la pena reseñar la puesta en marcha del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización de los Trabajadores Despedidos (FEAG). La iniciativa se puso en marcha en Aragón en el sector de la automoción, con una iniciativa que permitió destinar 1,7 millones de euros, de los que ese fondo aportaba el 85% y el Ejecutivo autonómico el 15% restante. Este programa ha permitido ayudar a más de 260 personas que se quedaron sin empleo en esta industria, orientándoles, colaborando en la búsqueda de oportunidades, mejorando sus competencias y formándoles para la situación actual y futura. Todo ello, indicaron esta semana desde la DGA, pensado para un colectivo con dificultades para encontrar nuevos puestos de trabajo. El 75% de los apuntados, apuntó la vicepresidenta segunda del Gobierno aragonés y consejera de Economía, Mar Vaquero, se han recolocado (es decir, casi 200), lo cual no está nada mal.

Ricardo Roda estaba desempleado cuando supo del programa. Había trabajado como carretillero en Valeo Térmico de modo intermitente durante 12 años, entrando y saliendo en función de las necesidades de la compañía. En julio de 2022 fue llamado por CEOE Aragón para sumarse a la iniciativa que contaba con fondos europeos y entonces recibió formación por parte del Inaem con el apoyo práctico del Clúster de Automoción y Movilidad de Aragón (CAAR). Jorge Mateo, profesional de esta última organización, se responsabilizó de la formación técnica y hombres y mujeres como Roda recibieron clases de especialidades como mecatrónica, soldadura o inyección de moldeo y otras ‘soft skills’, habilidades o competencias blandas, como la mejora continua. Con la formación recibida, Roda estuvo mejor cualificado para hacerse con un empleo. Lo consiguió en Ibernex y ahora tiene un puesto fijo, con un contrato indefinido desde junio pasado. «Estos programas vienen bien, para mi así ha sido», reconoce a este diario tras recalcar que el acceso a un puesto laboral por esta vía es mucho omás efectivo que responder a las demandas que aparecen en los portales de empleo. «Es una oportunidad que he aprovechado», incide este trabajador, hoy con 58 años.

De las conclusiones de este programa se habló en un acto celebrado el pasado jueves en el Centro de Tecnologías Avanzadas, donde tiene su sede el Inaem. En el mismo, Mar Vaquero destacó el «gran éxito» de la iniciativa. Sus buenos resultados, indicó, fueron posibles «gracias a la unión de todos los actores implicados en que una persona consiga un puesto de trabajo en el sector de la automoción». Es decir, «por la implicación de las personas que deseaban una nueva oportunidad, por la labor de las empresas del Clúster de la Automoción por decidir ser parte de la solución, por la ayuda de los agentes sociales y por la unión de las administraciones comunitarias y autonómicas».

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