Los economistas prevén una "desaceleración suave" en Aragón en 2024

Estos profesionales temen los efectos negativos de los niveles de déficit y deuda y del "clima de degradación política". 

Las empresas aragonesas mantienen su actividad, en términos generales, a buen ritmo-
Las empresas aragonesas mantienen su actividad, en términos generales, a buen ritmo-
Rubén Losada

Los economistas aragoneses dan al año 2023 en la Comunidad una valoración de 3,3 sobre 5 y sus perspectivas para 2024 apuntan a un 3,01. En esa línea, prevén una "desaceleración suave" de la economía en Aragón de cara al próximo año, para el que temen los efectos negativos de los elevados niveles de deuda y déficit y el "clima de degradación política" en el ámbito nacional, con la inseguridad jurídica que los pactos de investidura para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del país genera como telón de fondo.

El Colegio de Economistas de Aragón ha pulsado la opinión de sus asociados en una encuesta que recoge, además de las conclusiones citadas, que la inflación ha decaído como la principal preocupación, pese a que sigue marcando índices muy elevados. En todo caso, la visión sobre 2023 ha mejorado respecto a lo vaticinado hace un año y la de 2024 es algo peor, aunque sin acercarse a la recesión de ninguna manera, según han explicado este martes el presidente de esta organización de profesionales, Francisco Gracia, y José María García, presidente de la comisión de Empresa.

"Los efectos más negativos sobre la economía española", sostiene la encuesta, "son los niveles de deuda y déficit, seguidos por el clima de degradación política y las imposiciones de los populismos/separatismos". Todos ellos están conectados, apuntan desde el Colegio: "Los que más crecen, estos dos últimos, no son propiamente económicos, pero afectan enormemente a la actividad económica; la degradación del entorno económico, social o jurídico tiene graves consecuencias". 

En cuanto a las recomendaciones, los economistas aragoneses señalan que hay que mejorar la gestión de los fondos europeos, diseñar una política de independencia energética, conseguir un pacto de rentas y reducir los trámites administrativos, como medidas imprescindibles. También sugieren que se agilicen los pagos del sector público a los proveedores y la regulación de un fondo para despidos.

La encuesta incide, en todo caso, en que la mayor preocupación sobre la economía aragonesa proviene de fuentes externas y es la inflación. El resto de los problemas locales, precisa, pasan a segundo plano. 

La incertidumbre, marcada en parte por el escenario geopolítico y por la evolución de tipos de interés, es abordada en la encuesta. La reducción de esa incertidumbre ayudaría a potenciar el crecimiento de la economía si se consigue una estabilización de los precios de las materias primas, si decae la inflación y si bajan los tipos.

Francisco Gracia y José María García han reconocido que otro problema grave para nuestra economía está relacionada con la falta de perfiles adecuados para cubrir las vacantes de empleo que ofrecen las empresas. "El problema es muy severo y para los Gobiernos, el central y el aragonés, debe ser un tema prioritario", ha indicado el presidente del Colegio. En opinión de García, hay que seguir mejorando las políticas activas de empleo, reconociendo que hay dos cuestiones que afectan a largo plazo, una es la demografía y la otra tiene que ver con un mercado laboral que no es homogéneo ni por el lado de la oferta ni por el de la demanda. Pese a registrar más de 50.000 personas en paro, muchas empresas siguen teniendo problemas para contratar al personal que necesitan para impulsar sus proyectos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión