Así es la bomba de calor, la sustituta de las calderas de gas
Estas pueden funcionar a través de energías no renovables.
Las calderas de gas van a desaparecer. Así lo indica la nueva Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea publicada el pasado 20 de septiembre. Las nuevas viviendas tendrán prohibida la instalación de estas calderas en España a partir de enero de 2026, con excepciones para algunas industrias intensivas hasta 2030.
El objetivo de esta nueva directiva es que en 2030 se produzca un ahorro del 11,7% de la energía final y primaria respecto al último escenario que han tomado de referencia, que es el año 2020.
Según describe Rafael González Barriada, experto en eficiencia energética del Colegio de Ingenieros industriales de Aragón y La Rioja, se trata de un equipo que capta energía del medio ambiente y la introduce en un local cerrado. Se diferencia principalmente de las calderas tradicionales en que no necesita consumir un elemento finito, como es el gas natural, sino simplemente algo que genere energía eléctrica. "Una es un proceso químico y la otra es un proceso frigorífico o mecánico", resume González Barriada.
El ingeniero cuenta que "es renovable hasta cierto punto", ya que puede consumir energía solar o eólica para generar electricidad en lugar de combustibles fósiles. Sin embargo, advierte de que "depende de dónde saques la energía eléctrica es menos o más contaminante que la otra", ya que también se puede optar por medios no renovables.
Avisa también de que, a pesar de que las nuevas viviendas ya instalan bombas de calor, todavía hay muchos hogares en España con calderas tradicionales. Considera "inviable" que se retiren para 2026, y apunta al año 2050 como una fecha "con más posibilidades". Entre las decenas de modelos diferentes que existen de estos equipos, González Barriada señala que los más óptimos para viviendas cuentan con precios que oscilan entre los 3.000 y los 7.000 euros.
