La automoción, un sector obligado a ser más competitivo

Las patronales de los fabricantes de automóviles y de la industria auxiliar, Anfac y Sernauto, apuestan por una nueva política industrial que garantice un sector clave en la economía española y, en particular, en la aragonesa.

Trabajadores de Magna, empresa auxiliar del automóvil, en la planta del grupo en Pedrola.
Trabajadores de Magna, empresa auxiliar del automóvil, en la planta del grupo en Pedrola.
Francisco Jiménez

La transición hacia el vehículo eléctrico, aunque menos visible en España que en otros puntos de Europa, llegará inevitablemente en un futuro no lejano y para ello es mucho lo que hay que hacer en este país si queremos que siga siendo el segundo fabricante de automóviles después de Alemania y uno de los 10 más importantes del mundo. Conscientes de ello, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Española de Proveedores de la Automoción (Sernauto), con la colaboración de la consultora KPMG, han elaborado el informe ‘Nuevos retos del sector de la automoción en España’, en el que se identifican las áreas sobre las que quienes trabajan en este ámbito deben actuar y donde han de invertir nuevos recursos, todo ello con el objetivo de establecer una visión sobre una nueva política industrial coordinada que permita abordar con éxito el proceso de transformación tecnológico e industrial al que se enfrenta la automoción.

Anfac y Sernauto abogan en este estudio por promover un entorno competitivo con el que seguir garantizando la presencia en España en toda la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado. Un enfoque donde se evite la fragmentación de políticas y el establecimiento de objetivos sin las condiciones esenciales para su implementación, según se puso de manifiesto en una presentación el pasado martes en Madrid.

El informe fue difundido en la sede de KPMG en un evento que contó con la participación del comisionado especial para el Perte (Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) del vehículo eléctrico y conectado, José María López, que indicó que este programa de ayudas (conocido como Perte VEC), se ha convertido en un instrumento fundamental para promover la nueva revolución industrial y hacer de España un referente global en el nuevo modelo de movilidad y foco de atracción de nuevas inversiones,. Entre ellas que destacó la gigafactoría de baterías que el grupo Volkswagen ha empezado a construir en Sagunto (Valencia), que estará operativa en 2026, así como otras que se han presentado a la segunda convocatoria de este plan de ayudas, que ha sido todo un éxito. También reseñó la apuesta por la electrificación en todos los centros de producción ubicados en la geografía española, entre ellos la factoría del grupo Stellantis en Figueruelas. «Estas inversiones muestran que España ofrece un entorno de máxima confianza», dijo López.

En el evento en la sede de KPMG intervino también el director general de Anfac, José López-Tafall, que calificó el informe de Anfac y Sernauto como «la piedra angular que servirá para establecer las políticas de acción que debemos poner en marcha para potenciar la posición de España en la industria de la automoción y convertir a nuestro país en un ‘hub’ de movilidad sostenible en Europa y el mundo».

José Portilla, director general de la patronal que aglutina a las empresas proveedoras de componentes para la automoción, recalcó en la presentación en las instalaciones de KPMG en Madrid que el informe «pone el foco en la necesidad de reforzar la soberanía industrial y la relocalización de componentes críticos para el desarrollo de los vehículos electrificados». Todo ello, dijo, «sin olvidar que la cadena de valor ha de asentar sus bases sobre el marco de una fuerte inversión y apuesta por la I+D+i que nos mantenga competitivos y nos permita acometer esta transición con éxito».

El informe de Anfac y Sernauto resalta la importancia de que España establezca una nueva política industrial que fortalezca a la industria de la automoción, que tanto aporta al PIB, a través de cinco puntos claves –cadena de valor, tecnología, aspectos medioambientales, venta de coches eléctricos y actuación de la Administración–, todos ellos necesarios desde su punto de vista para hacer frente a los nubarrones existentes en la actualidad.

«En un contexto de previsión de crisis económica en Europa para el periodo 2023-2024, la incertidumbre supone un freno a la compra de vehículos», recoge el estudio. «Las familias españolas, en su mayoría de clase media, priorizan el ahorro y aplazan la inversión en vehículo propio», indica. «Además, la nueva normativa europea, que prohibirá la venta de vehículos nuevos que no tengan cero emisiones de 2035 en adelante, se suma al amplio rango de nuevas alternativas que han surgido en los últimos años frente a la normativa vigente: híbridos enchufables, híbridos no enchufables, eléctricos, etc.», agrega. Por ello señala que esta incertidumbre tecnológica, unida al desajuste entre el precio del vehículo eléctrico y el poder adquisitivo medio en España «parecen estar aplazando la compra de vehículo propio». Adicionalmente, se observa un cambio en las tendencias de consumo: Los más jóvenes optan por nuevas alternativas de movilidad (como el ‘car sharing’, el ‘renting’, modelos de subscripción) antes que tener un vehículo en propiedad».

Frente a estos ‘inconvenientes’, Anfac y Sernauto defienden que el desarrollo y afianzamiento de la cadena de valor mediante la relocalización de fases productivas estratégica y los nuevos esfuerzos de descarbonización e industria auxiliar ofrecen ahora oportunidades. El estudio subraya, asimismo, que ser eficientes en procesos y ofrecer un producto de calidad excelente son requisitos básicos para competir hoy en el sector, y que en este contexto «es importante disponer de un ecosistema económico, político y social favorable a la automoción»

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