Jefe de Economía de HERALDO DE ARAGÓN

Pleno empleo

Lograr el pleno empleo, un reto difícil.
Lograr el pleno empleo, un reto difícil.
Heraldo

Uno de los grandes objetivos de Pedro Sánchez si sigue en la Moncloa es lograr el pleno empleo. Así lo prometió en la pasada campaña electoral apoyado por su vicepresidenta económica, Nadia Calviño, después de que ambos se vinieran arriba al constatar que en el primer semestre del año el ritmo de creación de empleo fuera mucho mayor del esperado al alejarse ya el fantasma de una posible recesión. La última Encuesta de Población Activa (EPA) cifra en 11,6% la tasa de paro en España, la más baja desde 2008, un dato positivo si lo comparamos con el panorama de crisis causado por la pandemia de la covid-19.

Javier Lambán también se puso como meta conseguir el pleno empleo en Aragón, en su caso con más posibilidades que Sánchez (la tasa de paro está en el 8,6%) y con un buen número de iniciativas empresariales previstas en el horizonte para los próximos años. El líder socialista regional dijo en campaña que aspiraba a que nuestra Comunidad fuera la primera en lograrlo, si bien otras tres están mejor posicionadas en este renglón: País Vasco, Baleares y La Rioja, cuyos porcentajes de desempleo están por debajo del 8%.

Llegar al pleno empleo, sin embargo, no está a nuestro alcance. Según la definición del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), esa mención solo puede enunciarse cuando hay «un pequeño porcentaje de paro, generalmente hasta el 4% de la población activa». Aragón, en realidad, casi llegó a esa tasa al cierre de 2007, al registrar un 5,09% de parados, según la Encuesta de Población Activa. España lo ha tenido más lejos.

En otros países de Europa el pleno empleo es ya una realidad. Nueve de los 27 países que componen la Unión Europea tienen tasas de paro inferiores al 4%. Según los últimos datos publicados por Eurostat, correspondientes a junio pasado, se trata de Malta (2,6%), República Checa (2,7%), Polonia (2,7%), Alemania (3%), Países Bajos (3,5%), Eslovenia (3,5%), Irlanda (3,8%), Hungría (3,9%) y Bulgaria (4%). Estados Unidos (3,6%), Islandia (3,2%) y Noruega (3,4%) viven también esa situación.

En esos países acaso su principal problema en materia laboral sea cubrir ciertos puestos vacantes, una realidad que paradójicamente, con un porcentaje de paro de dos dígitos, también se da en España, con el agravante de que el tanto por ciento de desempleo juvenil alcanza aquí el 27,4, la tasa más alta entre los Veintisiete, por delante del 23,6% de Grecia y del 21,3% de Suecia.

Decía el pasado miércoles la aún consejera de Economía, Planificación y Empleo del Gobierno de Aragón en funciones, Marta Gastón, que cuando llegó el PSOE a la DGA en julio de 2015 había 91.804 desempleados y que transcurridos ocho años ellos dejan 38.990 parados menos de los que recibieron. Sugería de esa manera que la actuación del Ejecutivo de Javier Lambán ha sido determinante en la creación de nuevos puestos de trabajo, si bien ella misma se ha encargado de resaltar en muchas ocasiones que quienes crean empleo fundamentalmente son las empresas.

La sucesora de Gastón al frente del departamento de Economía de la DGA con el nuevo equipo de gobierno PP-Vox encabezado por Jorge Azcón, Mar Vaquero, también tendrá claro que la generación de empleo corresponde fundamentalmente a las empresas, pero deberá asumir –como todos los gobernantes– que será felicitada cuando los datos de paro sean buenos y criticada cuando estos sean malos. Con las competencias de Industria también bajo su responsabilidad, contará con un amplio abanico de herramientas para favorecer que la actividad económica en Aragón vaya a buen ritmo y que ese diferencial de tasa de desempleo que tenemos respecto a la media española se mantenga. Un auténtico desafío.

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