Bruselas corrige al Gobierno al recordarle que se comprometió a aplicar peajes en 2024

La Comisión aclara que se establecerá bajo el principio de que "quien contamina paga" y con la fórmula que pacten antes del nuevo pago de fondos.

Los peajes de la AP-2, como el de Pina de Ebro, se desmantelarán con el fin de la concesión.
Peajes de la AP-2,
Guillermo Mestre

La posibilidad de pagar por el uso de las autovías vuelve a colarse en la campaña electoral después de que la Comisión Europea corrigiera este jueves de plano la posición del Gobierno sobre este asunto, tras desdecirse el miércoles la ministra de Transportes de lo que declaró hace solo una semana. Bruselas confirmó lo que distintas voces fuera del Ejecutivo venían advirtiendo, esto es, que el Plan de Recuperación español incluye una ley sobre movilidad sostenible y financiación del transporte y el compromiso de introducir esos peajes en 2024.

La portavoz económica del Ejecutivo comunitario, Veerle Nuyts, indicó ante los periodistas que entienden que el plan presentado por España "se refiere a un mecanismo de pago por el uso de las carreteras que comenzará en 2024, en línea con el principio de 'quien contamina, paga".

En realidad, la polémica medida figura en el plan que fue aprobado tanto por Bruselas como por los Estados miembros. Dicho compromiso está ligado, en concreto, al desembolso del quinto tramo de los fondos, que asciende a más de 8.000 millones de euros. El texto establece que "es preciso desarrollar un sistema de pago por uso de la red de vías de alta capacidad que permita cubrir los costes de mantenimiento e integrar las externalidades negativas del transporte por carretera, como sucede en el resto de infraestructuras". El objetivo es estrechar el agujero de mantener los 26.466 kilómetros de carreteras -12.000 de ellos de alta capacidad- con 20.000 millones de euros al año.

En cualquier caso, la portavoz comunitaria rehusó confirmar si la UE obligará a aplicar la medida desde el 1 de enero de 2024. En concreto, aclaró que la Comisión evaluará junto al Ejecutivo de Madrid dicha medida "cuando alcancemos la quinta petición de pago de España, así que no es una discusión para hoy".

"Redefinir" la medida

Esa es la idea a la que se aferra el Gobierno para tratar de salir del jardín en el que se metió, empezando por el propio presidente, al negar en esta campaña electoral que hubieran comprometido con Bruselas los peajes. De hecho, Pedro Sánchez insistió este viernes en que los peajes son "un bulo" de PP y VOX para azuzar la contienda electoral pese a las declaraciones de la portavoz comunitaria. Hace una semana la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, hablaba de "desmentido categórico", aunque desde su departamento reconocen que se "está hablando con Europa para redefinir ese hito" y dicen que todas las opciones están abiertas, incluido aplazarlo, eliminarlo o modificar el sistema de peajes inicialmente propuesto.

Señalan que aunque en 2021 sí se incluyó en el plan, en 2022 el Gobierno no volvió a hacerlo en el anteproyecto de la Ley de Transporte Sostenible cuando fue remitida al Congreso, en vista de la subida de precios de los combustibles que afectó a los conductores por la guerra en Ucrania.

En ese contexto, el Ejecutivo consideró que no se daban "las condiciones óptimas" para una medida de este calado, con un importante impacto económico y social. En todo caso, la ministra Sánchez trató de dar por "zanjada" esta posibilidad la semana pasada, tras el debate televisivo entre los dos candidatos del PSOE y PP a la presidencia del Gobierno.

La DGT lo destapó de nuevo

La polémica había sido aireada poco antes por el director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, quien advertía de la necesidad de que el futuro Gobierno tendría que poner en marcha un sistema de peajes o pago por uso de las autovías, tal y como exigía Bruselas. Antes, en el cara a cara televisivo de Atresmedia el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, preguntaba al del PSOE, Pedro Sánchez, si iba a aplicar los peajes, mostrando un mapa de España. "Pero qué dice", le respondió el presidente entonces.

La propuesta en la que había trabajado el Ministerio de Transportes recogía dos modalidades de pago. Por un lado, la denominada viñeta, que funcionaría como una especie de tarifa fija sin tener en cuenta los kilómetros que se realizan. En una segunda fase de implantación llegaría el pago por kilómetro recorrido que, según los estudios internos de dicho departamento, impondría el modelo de un céntimo por kilómetro.

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