Fabiola Kwakernaak y Jan van Trooyen son los únicos habitantes fijos de Buisán, un pueblo de apenas media docena de casas en el valle de Vió. El matrimonio holandés vive allí con sus dos hijos, que ahora tienen 10 y 12 años. Llegaron al Pirineo después de viajar por parte de Asia y Francia, en busca de un cambio de vida y un nuevo lugar donde asentarse. Se asentaron en tierras oscenses entre 2016 y 2017. Primero vivieron en Santa Engracia de Jaca y, mientras tanto, recorrieron en coche buena parte de la región para encontrar una casa que pudieran hacer suya.

Un buen día, pasando por Buisán, vieron un cartel donde el teléfono apenas ya se veía sobre una de las cuatro paredes que quedan en pie de una casa en ruinas. Sin apenas hablar español, Fabiola llamó y le respondió un señor mayor que, en un primer momento, le dijo que la casa no estaba en venta. Pero ella insistió y, esta vez, el dueño le dijo que fueran a Nerín y preguntaran por Manolo. “Nos pareció algo muy raro pero decidimos hacerlo y, gracias a eso, hoy tenemos nuestra casa en Buisán”, resume Fabiola. Para ello, tuvieron que contratar a un constructor que pusiera en condiciones la estructura, ya que el inmueble no tenía ni techo. Del interior, se han ido ocupando ellos mismos, aunque todavía siguen haciendo mejoras.

Mientras iban construyendo su hogar, también fueron dando forma a su idea de negocio, una fábrica de cerveza artesana. Con retrasos por varios motivos, Excosa pudo abrirse por fin en febrero de 2020 pero un mes más tarde llegó la pandemia. “Durante los dos primeros años hemos podido trabajar poco y de forma intermitente, pero sobrevivimos y ahora esperamos seguir creciendo”, explica Fabiola.

Jan ya se dedicaba a la elaboración de cerveza en Holanda y Fabiola era comercial de ventas. Ahora, entre los dos se ocupan de todo el proceso, desde la fabricación hasta el etiquetado y embotellado, así como la venta y distribución. Actualmente, disponen de diez variedades y otra más que está a punto de salir al mercado. Se pueden encontrar tanto en el bar que hay junto a la fábrica, El nido del búho, así como en otros establecimientos de hostelería de la zona o de Huesca y Zaragoza.

Además, desde hace poco, también está en marcha la venta online a través de su página web excosa.es y, poniéndose en contacto con ellos por correo electrónico (info@excosa.es) se puede pedir información y hacer pedidos. Su principal público son vecinos de la zona pero también muchos turistas que pasan por allí, sobre todo en puentes festivos y en verano. El resto del año, solo abren al público los sábados, aunque el trabajo de producción nunca cesa. “Para este verano hemos sacado una nueva variedad, la Summer Breeze, una edición limitada. Queremos hacer algo así cada año”, explica Fabiola. Por otro lado, se prevé que en junio ya se pueda probar la Sestrales, elaborada con una infusión de whisky.

“En Buisán hemos encontrado lo que buscábamos”

Cuando Fabiola y Jan salieron de Holanda, vendieron su casa y todo lo que tenían. Sus hijos apenas contaban con 4 y 6 años. Ahora, los llevan al colegio en Broto y es allí donde hacen la compra, realizan las gestiones o van al médico. Está a 25 kilómetros de Buisán, el pueblo casi deshabitado al que esta familia ha vuelto a dar vida. “Aquí hemos encontrado lo que buscábamos, estamos muy tranquilos y la naturaleza es muy bonita”, resume Fabiola, en un idioma español que ha ido mejorando con los años. Para ellos, vivir prácticamente todo el invierno solos es una bendición y, aun cuando dice que el pueblo “se llena” en verano, apenas hay tres casas y una borda.

En Holanda siguen teniendo familia, los padres de ambos y una hermana de Jan. Cada año van al menos una vez de visita, tratando de no perder los lazos que les unen con sus orígenes. Pero en el Pirineo aragonés es donde han encontrado su sitio. Un sitio donde se respira paz, donde la naturaleza es salvaje y donde el tiempo acompaña. “Antes de conocer esta zona, pensábamos en ir a Canadá o Noruega, pero a mí me gusta mucho el sol y tener buenos veranos”, reconoce Fabiola.

Sobre la fábrica, en sus planes a corto plazo está seguir potenciando la venta online y continuar con la elaboración de nuevas cervezas para poder sacar al menos una nueva cada año. “Nuestras cervezas son totalmente craft beer, es decir, están elaboradas al 100% con productos artesanales y de forma manual”, explica Fabiola. Para conocerles y probar sus elaboraciones, Excosa no tiene pérdida. Está en la calle Única 11 de Buisán, el nombre más simple y acertado que podía tener la única calle del pueblo. 

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