El 'mindfulness', lejos de lo que pueda pensarse, no consiste solo en aplicar técnicas en solitario para respirar mejor y gestionar adecuadamente las emociones, sino que tiene una clara vertiente social. Así lo ha defendido hoy la periodista australiana Sarah Wilson, autora entre otros del best seller 'Esta única vida preciosa y salvaje', en la inauguración del IX Congreso de Mindfulness hoy en el Patio de la Infanta de Ibercaja. 

La jornada laboral de cuatro días es una práctica derivada del 'mindfulness', ha explicado Wilson, para que las personas puedan disponer al menos de un día de la semana para dedicarse a otra cosa que no sea trabajar. "Se está aplicando ya en distintos países como Bélgica, Francia o Nueva Zelanda y que está demostrando que así los trabajadores son más productivos". 

Reducir la multitarea para rebajar las cargas de estrés y que el tiempo de trabajo sea más efectivo, así como que algunas reuniones en las empresas se hagan de pie u otras prácticas del 'mindfulness' están también dando resultados, ha asegurado esta filántropa australiana clasificada como una de las 200 autoras más influyentes del mundo. 

"La espiritualidad es algo político", ha recordado Wilson, en el sentido de que el 'mindfulness' puede impulsar cambios sociales y ha recordado la figura de Ghandi como el dirigente más destacado del Movimiento de independencia de la India. "Hacer 'mindfulness' no significa practicar yoga y olvidarse de los problemas del mundo sino que tiene mucho más que ver con no ponerse límites y ver hasta donde se puede llegar, es decir, la resiliencia y la vocación de servicio para con uno mismo y los demás", ha explicado. 

Guillermo Mestre

Wilson ha reflexionado sobre la parálisis que representa el auge del individualismo para los países como el que la vio nacer. "Australia se ha convertido en los últimos años en una sociedad más opulenta e individualista. Cuando yo era pqueña, era mucho más igualitaria y creativa. Estábamos entre los diez países 'top ten' en cultura y sin embargo ahora ha descendido muchas posiciones". 

Por eso, ha incidido Wilson, el 'mindfulness' no puede entenderse como "una dieta de moda en espiritualidad sino como una práctica tranversal que permita al individuo involucrarse y trabajar en la mejora social tanto en el mundo empresarial como el educativo o el político". Ha recordado que precisamente se ha trasladado a vivir a Europa porque ve la sociedad europea más implicada que la australiana en este momento de transformación, si bien, sigue siendo parte activa también de un movimiento político, con presencia en el Parlamento australiano.

El psiquiatra Javier García Campayo, organizador del Congreso, ha insistido en los beneficios del 'mindfulness' para reducir el estrés, la ansiedad y otras enfermedades muy preocupantes como la depresión. En educación, ha recordado, "mejora el rendimiento de los universitarios, que son una de las poblaciones más estresadas que existen" y contribuye también a paliar el "malestar psicológico" que se ha incrementado con la pandemia. "No solo es respirar mejor el 'mindfulness' sino una visión del mundo", ha concluido.