Navasola Huesca cumple 50 años: el amperio está más de moda que nunca

La empresa de material eléctrico celebra su aniversario con una "tremenda ilusión" por la buena salud del sector 

Lorenzo Otín y Alicia Redol, en el centro, junto con sus hijos Patricia y Lorenzo, que ahora están al mando de Navasola Huesca.
Lorenzo Otín y Alicia Redol, en el centro, junto con sus hijos Patricia y Lorenzo, que ahora están al mando de Navasola Huesca.
Verónica Lacasa

Lorenzo Otín iba para cura pero tras estudiar Filosofía y Teología, lo dejó todo para emprender una nueva vida. Tuvo que descartar la medicina porque su familia no podía costearle los estudios y empezó a buscar trabajo. Y fueron precisamente los conocimientos que aprendió en el Seminario de Huesca, como la Ley de Ohm que explica los principios fundamentales de los circuitos eléctricos, lo que le llevó a liarse la manta a la cabeza y adquirir una pequeña delegación en Huesca de un almacén de material eléctrico de Zaragoza para fundar en el año 1972 la empresa Navasola junto a su mujer, Alicia Redol, en un local de la plaza Unidad Nacional. "Vendimos un 40% más el primer año, el doble al siguiente y el triple al tercer año", recuerdan.

La empresa creció asumiendo proyectos cada vez de mayor envergadura y ampliando sus ramas de actividad a fontanería, climatización, iluminación, electrodomésticos y hasta las renovables. Entre sus proyectos más relevantes estuvieron el túnel del Somport, los telesillas de la estación de Formigal, la fábrica Bieffe Medital, el balneario de Panticosa y, más recientemente, "muchos de los autoconsumos fotovoltaicos más grandes de la provincia".

Este crecimiento vino acompañado del traslado primero a una nave de la calle Agricultura y 17 años después a sus actuales instalaciones del polígono Monzú, además de abrir una delegación en Binéfar y una tienda de electrodomésticos también en la capital oscense. En total, disponen de más de 3.000 m2 destinados al almacenaje y venta de producto, apoyados en un centro logístico de más de 10.000 m2. Y también fueron aumentando una plantilla que ahora llega a los 26 trabajadores y que consideran su principal activo "porque sin ellos nada de todo esto hubiera sido posible".

Primera sede de Navasola en la plaza Unidad Nacional de Huesca.
Primera sede de Navasola en la plaza Unidad Nacional de Huesca.
Navasola Huesca

Así lo recalcan Lorenzo y Patricia, que ahora comandan la empresa de sus padres. Entre todos ultiman la celebración el 8 de junio de una gran fiesta para celebrar por todo lo alto los 50 años en compañía de 300 clientes y amigos. Tienen muchos motivos para ello ya que en 2022 facturaron 7,5 millones de euros y en lo que va de año crecen un 10%.

Lorenzo se incorporó al negocio familiar en 2000. Estudiaba ingeniería eléctrica en Zaragoza y su padre le planteó tomar el testigo tras un problema de salud. "Le dije que sí, que quería subirme al barco", recuerda. Sus primeras apuestas fueron potenciar el negocio de los electrodomésticos "porque el mercado había cambiado y se había quedado obsoleto", y el departamento técnico.

Solo tres años después, se sumó su hermana Patricia, ingeniera técnica informática, ya que cada vez necesitaban más este tipo de soporte. De hecho, es un campo que siempre ha priorizado Navasola ya que presume de haber sido el primer almacén de material eléctrico de España en informatizarse. "Aquello nos permitió captar muchísimos clientes", asegura el fundador, que todavía recuerda cómo le cuestionaron en su día por invertir 10 millones de las antiguas pesetas en el desarrollo de un software específico cuando no existía ninguno en el mercado. "Con ese dinero se compraban entre 20 y 22 pisos en Huesca por entonces", subraya.

Junto a las ganas constantes de innovar a través de la tecnología, la informatización, la digitalización y la tecnificación, otra de las marcas diferenciales de Navasola Huesca ha sido su apuesta por integrarse en otros grupos de compras para ganar competitividad. La primera vez fue en 1986 con Electroclub, una organización impulsada por varias empresas de Cataluña que se reunían al principio en un área de servicio de la autopista. Una estrategia que replicaron más tarde con almacenes logísticos conjuntos. Y ahora forman parte de Auna Distribución.

En estos 50 años, la empresa ha sabido sortear graves crisis económicas. Y aseguran que "la clave para superar todas ellas ha sido el trabajo, la unión y la ilusión, aunque luego cada una tiene su propio manual que no estaba escrito".

En imagen, la familia Otín Redol con la plantilla de Navasola en sus antiguas instalaciones del polígono de La Magantina.
En imagen, la familia Otín Redol con la plantilla de Navasola en sus antiguas instalaciones del polígono de La Magantina.
Navasola Huesca

Por ello, tras levantarse de la última pandemia y de las consecuencias de la guerra de Ucrania, en Navasola Huesca afrontan el futuro inmediato "tremendamente ilusionados". En primer lugar, por su equipo humano, "porque tenemos mucha unión, también con los que se han jubilado", valoran. Y en segundo lugar, "porque estamos en un sector privilegiado ya que viene todo hacia lo eléctrico, las tecnologías de climatización, movilidad...". De hecho, le dan la razón entre risas a uno de sus proveedores "que nos dice que el amperio está de moda".

En el caso de las renovables, por ejemplo, están observando un "cambio de ciclo" ya que el usuario doméstico ha frenado sus inversiones, pero no así el industrial, que sigue preocupado por el impacto de la energía en sus costes. Y después de ayudarles a generar la energía con paneles de autoconsumo, ahora están desarrollando una segunda fase que les permita acumularla para gastarla más tarde en función de sus necesidades. 

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