¿Cómo surge la cátedra Nanta y con qué objetivos?La idea surge como una iniciativa por parte de la Universidad de Zaragoza. Llevábamos ya mucho tiempo trabajando junto a la Facultad de Veterinaria, concretamente en el Servicio Clínico de Rumiantes (Scrum) y llevábamos tiempo haciendo formación con algunos de sus profesores en un máster sobre ganado ovino y colaborando con la trashumancia. En un momento determinado, la Facultad nos pide protocolizar y estandarizar esta colaboración a través de una cátedra. A nosotros nos pareció una gran idea ya que habíamos empezado a arrancar proyectos de digitalización de aves de puesta, un proyecto de reducción de antibióticos en conejos… Y nada mejor que crear una cátedra e incorporar la ciencia y el conocimiento a estos proyectos. Al final esto se ha plasmado en la Cátedra de Agricultura de Precisión.

¿A qué se dedica Nanta?Es una comercializadora de piensos compuestos desde hace 55 años. Hace piensos para cualquier tipo de ganado y para cualquier instalación. Nos hemos dado cuenta de que si queremos ser parte relevante y adecuada de la cadena de alimentación tenemos que aportar innovación y proyectos de sostenibilidad que ayuden al ganadero a ser más eficientes, tenemos que dar soluciones a lo que requieren los consumidores, tenemos que dar servicios de digitalización que se midan en eficiencia…

¿Qué acciones están llevando a cabo como Cátedra?Hemos puesto en marcha un curso de formación en ganado ovino para ganaderos, del que ya llevamos dos módulos. Estamos en proceso de desarrollo de un programa informático de interpretación de datos en granjas de aves de puesta y basado en la recría. En poco tiempo arrancaremos un proyecto de reducción de antibióticos críticos en conejos.

Para presentar la Cátedra han organizado una jornada en torno a la ganadería de Precisión ¿En qué consiste este modelo?Nos hemos volcado en la ganadería de precisión porque tenemos muchos modelos de optimización y estamos seguros de que es el camino que hay que seguir. Aunque mucha gente asocia este modelo al uso de datos, de inteligencia artificial… que es cierto que existen, hay otra ganadería de precisión asociada a proyectos como el de granja circular que se orientan a la optimización, el beneficio, la búsqueda de la sostenibilidad y del bienestar de las personas que viven en lo que se denomina ‘España vaciada’, de su sostenibilidad económica… Eso también es precisión.

¿Qué ventajas tiene este modelo de ganadería con respecto a otros?Las mismas ventajas que pueda tener una empresa rentable y responsable y comprometida respecto a otra que no lo es. Este tipo de ganadería hace un sector más responsable y más comprometido, tanto con el bienestar de los animales como con la salud de los consumidores.

¿En qué consiste el proyecto de granja circular?El proyecto de granja circular es una iniciativa en la que llevamos trabajando unos ocho años. Existen requerimientos muy estrictos de la Administración en lo que respecta a control medioambiental y hay otros requerimientos, también muy estrictos por parte de los consumidores, en lo que respecta al bienestar animal. Sin embargo, la sostenibilidad debe ser de tres tipos: medioambiental, social y económica. Ningún modelo contempla la perspectiva económica ni la social. Tenemos que pensar que los ganaderos crían animales para ganarse la vida y que es importante dar soporte a las personas que viven en el medio rural. Así que empezamos a construir un modelo, certificado por Aenor, que quiere poner en valor lo bien que hacen las cosas los ganaderos y poder decirle al consumidor final que le garantizo el cuidado del entorno y del ganadero.

El lema de la jornada es ‘De la estética a la ética’…
Se nos llena la boca hablando de sostenibilidad, pero hay mucho adorno. En este modelo no hay esos adornos, sino que hay transparencia total. Y en este aspecto también deben participar los consumidores. En la jornada se comentó que la brecha entre lo que los consumidores dicen que están dispuestos a pagar y lo que pagan es de casi un 30%. Es un viaje que tenemos que hacer todos por el bien del planeta y por nuestro propio bien.

¿Cómo de cerca estamos del final de ese viaje?En mi opinión personal, falta mucho por hacer mientras sigamos aumentando las emisiones y no consigamos controlar definitivamente el cambio climático, pero es innegable que en los últimos diez años se ha avanzado muchísimo. El objetivo está lejos pero estamos en el buen camino.