Rodrigo Rato: "No tengo miedo de volver a la cárcel"

El expresidente de Bankia, condenado por apropiación indebida por el uso de tarjetas 'black', publica el libro 'Hasta aquí hemos llegado' mientras espera la celebración de otro juicio donde está acusado de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares.

Rodrigo Rato junto a Alicia González a su llegada a la boda de Willy Bárcenas con Loreto Sesma.
Rodrigo Rato junto a Alicia González a su llegada a la boda de Willy Bárcenas con Loreto Sesma.
E.P.

Una vez cumplida la sentencia de cuatro años y medio de prisión (parte la ha pasado en casa con pulsera telemática) por un delito de apropiación indebida por la emisión y uso de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y Bankia, Rodrigo Rato publica el libro 'Hasta aquí hemos llegado' para contar su versión de la historia de la quiebra de Bankia. La entrevista se realiza el lunes mientras Pedro Sánchez anuncia elecciones anticipadas y Rato acude conduciendo un deportivo Mazda descapotable. En el juicio por estafa a inversores y falsedad documental en la salida a Bolsa de Bankia, Rato fue absuelto pero todavía tiene que hacer frente a otro juicio por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. Asegura que no tiene miedo de volver a prisión y que se arrepiente de las tarjetas, pero mucho más de haber aceptado dinero público para Caja Madrid.

¿Cómo es posible que con su experiencia le pareciera normal completar la retribución con una tarjeta de libre disposición?Cuando yo entro en Caja Madrid me dan dos tarjetas y no me dicen más que las puedo utilizar y que están OK con Hacienda y no pregunté más. Pensé que si me lo gasto en algo que no es aceptable, como la contabilidad de la tarjeta la recibe el banco me pediría el dinero. No pensé más en las tarjetas y no encontré a nadie, ni en mi antecesor ni en la estructura del banco, que me dijera: "Mira esto que es un problema". Había tenido tarjetas en todos mis trabajos.

Serían unas tarjetas de gastos de representación, no para gastos particulares.A veces en otros sitios me habían dicho: "Este gasto no es admisible o no entra dentro de los autorizados. Cuando dos años después de que me echaran me llama Bankia y me dice "aquí hay unos cargos que no nos gustan", no lo discutí y devolví el dinero.

El consejero delegado, Francisco Verdú, que no quiso usar las tarjetas 'black' , sí le avisó de que era una mala praxis.Lo hizo mejor que yo, no cabe duda.

Y era el propio secretario del Consejo de Administración el que las llamaba 'tarjetas black'.Ese correo era para Blesa y yo nunca lo vi.

¿De qué se arrepiente más?Probablemente de eso, de que tenía que haber sido más desconfiado y haber pedido una auditoría. Pero mucho más que de las tarjetas me arrepiento de haber aceptado dinero público para Caja Madrid, mucho más. De no haberme dado cuenta de que al aceptar dinero público caías en manos de un regulador, y un regulador cambia de opinión cuando le da la gana sin que tengas ninguna posibilidad de influir.

Usted, que ha sido vicepresidente del Gobierno y director gerente del FMI, escribe un relato de su paso por Caja Madrid y Bankia donde explica que casi todo lo que hace, por ejemplo la fusión con Bancaja o las provisiones, lo lleva a cabo forzado, empujado u obligado por otros, ya fuera el Banco de España o el Ministerio de Economía. Si no estaba de acuerdo ¿por qué no se negó o dimitió?Una vez que acepté dinero público del FROB, mi capacidad de actuación estaba muy limitada porque yo dependía del Banco de España. Para recibir el dinero tenía que estar de acuerdo con la fusión de Bancaja, que era muy ambiciosa y necesitaba tiempo. Tiempo no nos dieron porque fueron cambiando las leyes. ¿Tuve momentos que me pude ir? Sí, siempre tienes momentos que te puedes ir, pero si has protagonizado una fusión de cajas, que te vayas a los dos meses. intentas que eso no suceda. Visto lo visto no cabe duda de que lo mejor hubiera sido haberse ido cuando empezaron a perder el control de la situación.

¿Quiénes perdían el control?Las autoridades. El Banco de España y el Gobierno entraron en pánico. También es verdad que la situación era de pánico. Si no llega a ser por Draghi probablemente hubieramos salido del euro y entrado en una espiral financiera terrible.

Ya había dimitido en 2007 de su cargo como director gerente del FMI.Eran circunstancias personales complicadas para mí con mis hijos aquí y yo allí. No estaba contento con mi vida personal. Mis propios hijos son muy críticos con la dimisión. Fue una decisión personal pero parece que solo la entiendo yo.

¿Quién le echa de Bankia?Me echa el Gobierno. Me echa el ministro de Economía Luis de Guindos respaldado por al menos uno de mis competidores, el presidente del BBVA, Francisco González. Pedí hora a Rajoy y me ratificó que me tenía que ir.

¿Y por qué le echan?Era mayo de 2012. España estaba en una situación límite. Nosotros no teníamos una situación distinta a nuestros competidores, pero tenían otro plan y el señor Guindos claramente quería que yo no fuera presidente,

¿Cree que Caja Madrid hubiera salido adelante sola?Sí.

Pero tenía pies de barro.Tendría lo que fuera, pero sola hubiera salido mucho mejor. Eso lo veo ahora, entonces no lo vi porque no pensé que iban a cambiar de opinión y creí que me iban a dar tiempo. Una fusión es una cosa muy compleja. Nos vimos metidos en una dinámica enloquecida.

¿Entrar en la cárcel fue un descanso? Dice que agradeció el sosiego de la rutina, que todos los días dormía bien.Yo, de octubre de 2014 a octubre de 2018, viví una época muy dura, con una persecución constante, una causa que no tenía fin. Fue una época durísima para mí. La cárcel no diré que fue un descanso, pero bueno, fue como entrar en el hospital.

¿Qué pensó al ingresar en prisión?No quise pensar mucho. Tienes que darte tiempo a ti mismo para que te adaptes a esa situación y que sobrevivas mentalmente.

¿Recordó en ese momento a su padre y a su hermano que también fueron condenados a prisión hace años por evadir dinero a Suiza?No, no recordé a mi padre ni a mi hermano. No iba a ir por ahí.

En algún momento pensaría que la historia se repite porque también el banco de su padre, el Banco de Siero, tuvo que ser intervenido por el Banco de España.No, no. Es que si entras por ese camino es como si te caes del barco y decides bucear.

¿Cree que merece lo que le ha pasado?Un amigo me dijo: "Lo que te sucede te seguirá sucediendo hasta que aprendas". Es muy duro. No sé si nos merecemos las cosas. En la vida no está claro ¿Te mereces las cosas buenas que te pasan? ¿Te mereces las malas? Hay que vivir lo que tienes que vivir. Si usas unas tarjetas que nadie te dicen que están mal pero que tú podías haberlo averiguado, a lo mejor te mereces que te pasen cosas.

Tiene juicios pendientes aún. El fiscal pide 70 años contra usted por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. ¿Tiene miedo de volver a la cárcel?No, porque creo en la Justicia y en este juicio hemos trabajado mucho, tenemos periciales muy buenas y, además del fondo de la cuestión, tenemos un montón de causas de nulidad. Lo que pasa es que es una piedra que llevo en la espalda, sí, sigo subiendo cuestas. Pero no tengo miedo de volver a la cárcel, ninguno.

Dice que confía en la Justicia, pero en el libro se queja mucho del juez Fernando Andreu.Soy muy crítico con su instrucción. Pero el problema de la impunidad en España se centra sobre todo en la fiscalía. Es totalmente impune. El delito de prevaricación debe estar hecho por los fiscales, para que no se les pueda aplicar.

¿Hay seguridad jurídica en España, en su opinión?No se puede contestar con un sí o un no, pero no se puede contestar con un sí. Los tiempos son muy decepcionantes; la actuación de la fiscalía, de la Agencia Tributaria es muy decepcionante. El silencio administrativo negativo como forma de relación con la Administración me parece impresentable, la cita previa no puede ser una muralla infranqueable; entonces ¿para qué queremos la Administración?

¿Cómo es su relación con el PP de Alberto Núñez Feijoo?No pertenezco a ningún partido político. Escucho con interés al PP. Tengo relación con muchas personas del PP porque he estado 30 años en el partido y tengo muchos amigos en él. Conozco entre ellos al señor Feijoo, pero no tengo una relación política.

¿Mantiene relación con José María Aznar? ¿Buena relación?Sí, la mantengo. Son más de 30 años de amistad. Cuando uno trabaja con otro la vida se complica, eso es inevitable. Pero yo le tengo mucho cariño y creo que él a mí también. Creo que el 'dedazo' de Rajoy (cuando Aznar le nombra candidato del PP a la presidencia un año después de que Rato no aceptara) fue un error, como Aznar pensará que fue un error que yo fuera a Caja Madrid.

¿De qué ingresos vive actualmente?De mi pensión.

¿No está embargada?Sí, una parte. Pero la vida se puede hacer. Pasear es gratis.

El coche que traía es muy bonito.Sí, pero no es mío.

Se acogió a la regularización fiscal de 2012. Eso significa que había un ocultamiento previo.Yo heredé de mi padre y de mi madre un dinero. Mi padre fue condenado en el año 68 y, por tanto, la Hacienda Pública española había dado por sentado que mi padre tenía dinero en el extranjero. Mi padre murió en 1998, nunca Hacienda le reclamó que si tenía cantidades las trajera. Mi madre falleció en 2005 y ahí es donde recibí ese dinero. Yo era residente en el extranjero. Mi error fue no haber regularizado nada más volver un dinero que estaba escrito en la noche de los tiempos. Pero no lo hice y cuando anunciaron una nueva ley para regularizar ese tipo de dinero pues dije esto será más fácil, resulta que fue más difícil. Fui el único regularizado que salió en los periódicos. Usted puede pensar que tengo obsesión de persecución.

Su presencia escandaliza. Le han echado de varias empresas donde estaba como asesor incluso de las clases de yoga.Lo entiendo perfectamente. Es inevitable en el mundo que vivimos. El daño civil que se te produce es una pena que no está en el Código. Estás muerto civilmente.

Esa muerte civil procede de una condena penal.Una parte sí y otra parte no. Fui absuelto en el caso Bankia.

Se acogió a la regularización fiscal de 2012. Eso significa que había un ocultamiento previo.Claro que me importa. Por eso he escrito este libro. Pienso que lo va a creer una parte de la sociedad. ¿Todo el mundo lo va a creer? Eso ya no existe. Cuento la verdad de lo que he vivido y soy el que mejor lo conoce.

Esta es su visión de los hechos.Poca visión. Yo digo "yo me equivoqué", pero no digo "Fulano se equivocó".

Al final, Bankia tuvo que ser rescatada.Yo había pasado todos los controles del Banco de España. Vino otro señor y dijo: "Si no me dais 18.000 millones de euros me voy". Y por primera vez en la historia financiera de España, el Gobierno, en vez de fijar por parte de sus equipos (Banco de España, Intervención del Estado) cuáles eran las necesidades de Bankia, aceptó lo que le pedían los gestores, que le podían haber pedido la luna de Valencia. Y se lo dio un año más tarde. Era tal la urgencia que hasta mayo de 2013 no le dan el dinero. Y eso lo cuenta Goirigolzarri en el Parlamento.

Le dedica un capítulo del libro a la meditación ¿Se gusta más ahora que antes?No sé si me gusto mucho. Tampoco me odio. La memoria engaña, no es de fiar. Yo fui lo que fui y ahora soy lo que soy. Y eso es lo que hay.

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