sector agrario

La sequía ya provoca una "catástrofe" en el cereal y crea "alarma máxima" en la ganadería

UAGA advierte que las pérdidas en los cultivos de secano del valle del Ebro superan el 70%. En Huesca y Teruel la situación es reversible pero solo si llueve en abundancia en los próximos días.

Cereal de secano en la comarca del Bajo Cinca afectado por la sequía.
Cereal de secano en la comarca del Bajo Cinca afectado por la sequía.
Uaga

"Campaña catastrófica", "alarma máxima", "gran pesimismo", "grave peligro". Los calificativos con los que UAGA se refiere a la situación que vive actualmente el campo aragonés dan buena cuenta de los estragos que ya causa la sequía en producciones con destacada presencia en la Comunidad, como es el cereal de secano y la ganadería extensiva, especialmente la de ovino.

Y es que la ausencia prácticamente total de precipitaciones y unas temperaturas casi veraniegas ya ponen cifras a las pérdidas. Según los cálculos de esta organización agraria, los daños son irreversibles en la producción de trigo duro, trigo blando del valle del Ebro. Las pérdidas alcanzan el 70% y hay zonas que podrían perder hasta el 100% de la cosecha.

Mejor cara presentan las producciones situadas en las zonas más frescas de la región –norte de la provincia de Huesca y en Teruel–, donde la situación todavía podría dar un vuelco. Eso sí, advierte la organización, para eso sería necesario que lloviera de forma abundante durante los próximos días.

Si el secano mira al cielo, el regadío no pierde de vista las escasísimas reservas que a duras penas mantienen los embalses. La preocupación por las restricciones en la dotaciones de agua para riego "mermarán con toda seguridad la producción de cereal de invierno y harán que muchos agricultores opten por reducir la superficie sembrada de maíz, girasol y arroz", destaca UAGA.

Y en la ganadería extensiva, principalmente en el ovino, la sequía se traduce en nuevos y asumibles gastos. "Si no llueve no hay pastos para poder alimentar a las ovejas y esto obliga a los ganaderos a recurrir a la compra de pienso y forraje para mantener a sus animales", explican desde la organización agraria, que alerta, además, que dado que el pienso va a ir "muy, muy caro", los sobrecostes por la alimentación van a obligar a una campaña "de supervivencia más que de engorde". No es mejor la situación a la que se enfrentan los apicultores, para los que se augura una nefasta campaña –y será la tercera sin rentabilidad–. Se da por perdida la cosecha de romero. La de tomillo depende de que llueva cuanto antes y si no sucede así la trashumancia de verano a las zonas altas será "salir de un desierto para ir a otro".

Sin apenas cosecha

El desánimo cunde en la provincia de Zaragoza, la más afectada por la ausencia de lluvias. De hecho, la sequía ha dado al traste con las buenas expectativas que lucían los campos de las comarcas de Bajo Gallego, Belchite, Borja, Cinco Villas, Monegros Zaragoza, Huerva-Zaragoza, Ribera Alta del Ebro, Ribera Baja del Ebro y Tarazona, donde ya saben "que no van a cosechar tan apenas", señala UAGA, que recuerda que, para rematar la situación, en muchas de estas comarcas hay que sumar los daños causados por la plaga de conejos.

En el regadío, aquellas zonas en las que hay restricciones "están muy mal" y donde disponen de agua para regar el problema es el elevado precio de la luz, explica la organización agraria, que advierte que la zona del Huerva no dispone de recursos hídricos y en las Cinco Villas los cupos presagian una "merma importante de herbáceos y forrajes". La mejor cara la presentan las producciones de la Comarca de Daroca, dado que al ser más húmeda, de momento, la situación es menos grave y se habla de estrés hídrico.

Contrarreloj

Cunde también el pesimismo entre los agricultores oscenses. La cosecha de cereal de secano en las comarcas de Monegros, Bajo Cinca y Somontano afronta su futuro en un contrarreloj. "Se la juegan en los próximos 10 días. Si llueve cogerán una cosecha corta. Si no llueve va a ser inviable", lamenta UAGA, que recuerda que los frutales pedirán agua en apenas un mes y si hay cupos para regar "no van a dar cosecha".

Las explotaciones mixtas (forrajes y ganadería) no tienen producción ni para alimentar a su propio ganado y los productores de arroz ya están echando cuentas porque con la escasez de agua hay ya quien se plantea dejar de sembrar el 20% de la superficie.

Mas tranquilidad

Más tranquilidad se vive en la provincia de Teruel, donde el cereal "todavía aguanta" en las comarcas de Calamocha y Teruel –más frescas y altas– que podrían tener una cosecha incluso normal. En el Jiloca hay, de momento, agua suficiente para regar y en las comarcas orientales (Andorra, Bajo Aragón, Bajo Martín, Matarraña, Gudar-Javalambre) no hay preocupación por la sequía, si bien las heladas de las últimas semanas han castigado mucho a los almendros de algunas localidades bajoaragonesas.

"Esta es la situación a día de hoy", insiste en señalar el secretario general de UAGA, José María Alcubierre, que explica que si en los próximos días caen 50 litros la situación puede cambiar, no solo para el secano, sino también para en los embalses. Porque preocupa el déficit de agua para riego, pero Alcubierre también lamenta que embalses como el de Mequinenza o el de Canelles "en lugar de mantener las reservas, se están turbinando en exceso para la producción de energía".

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