La cesta de la compra del primer mes del año sigue sin dar demasiada tregua a pesar de la rebaja del IVA de una parte de los alimentos. Aunque muchos productos básicos han rebajado sus precios en comparación con los que se registraban en diciembre, la mayoría también cuesta ahora hasta un 15% más que hace un año.

Sin embargo, la escalada de precios no se materializa de la misma forma en todos los productos. El Ministerio de Economía ha subrayado que se ha producido una bajada «generalizada» en los alimentos en los que se ha aplicado la rebaja del IVA del 4% al 0%, como el pan (-0,2%), la leche (-1,5%), los huevos (-1,5%), las frutas frescas (-4,2%), las legumbres (-1,1%), las patatas (-1%), la harina (-2,3%) y el queso (-0,7%).

En el caso de los que han tenido una rebaja del IVA del 10% al 5%, destaca el descenso de los precios del aceite de oliva (-1,2%) y la pasta (-3,5%). En cambio, el arroz, también afectado por el recorte del IVA, subió un 3,7% en enero en comparación con el mes previo.

En esta vorágine de estadísticas hay dos tipos de productos que explican buena parte del incremento de precios. Se trata de la leche y sus derivados, así como el aceite de oliva. En concreto, el pan, la leche, los derivados lácteos y el aceite explican por sí solos 1,5 puntos de todo lo que se incrementa el Índice de Precios al Consumo (IPC). Así lo estima la organización Anged en uno de sus últimos análisis sobre la evolución de la inflación en la alimentación.

De hecho, esta organización sostiene que «conviene analizar no solo la evolución anual de los precios de los alimentos, sino la contribución al IPC que hacen algunos grupos de productos» concretos. Además, Anged considera que en todas las producciones el impacto de la crisis de las materia primas y los costes de producción han sido «especialmente sensibles». De hecho, la cabaña de vacuno de leche se ha reducido por los altos costes de producción y el aceite de oliva ha visto su cosecha mermada en un 50% durante la última temporada por culpa de la sequía.