Destilerías San Valero invertirá 4,5 millones en I+D para reforzar su apuesta por la economía circular

Sacarle más partido a través de la I+D al orujo del vino  es el objetivo de la inversión de 4,5 millones de euros que  Destilerías San Valero, que empezó a funcionar en 1957,, va a destinar los próximos tres años. Con las 18.500 toneladas de orujo recibidas este año y los otros 7 u 8 millones de kilos de lías (materia que queda en los depósitos de vino tras la la fermentación) se elaboran varios subproductos que esta alcoholera ubicada en Cariñena envía a distintos mercados principalmente Francia, Italia y Portugal, junto al mercado nacional

Su gerente, Alberto Arellano, ha señalado, durante la visita de los consejeros de Agricultura y Economía, Joaquín Olona y Marta Gastón, que lo que se busca es incrementar el valor añadido. Hasta ahora los residuos generados por las 43 bodegas socias de esta destilería lo utilizan para generar alcohol para alimentación o de "uso de boca" como le llaman y también alcohol para combustibles como aditivos tan utilizados como  el bioetanol. Además, "la pepita de uva", ha explicado , "la venden a mercados alimentarios para hacer aceites y para el mercado de cosméticos". Es un "aceite muy valorado en mercados de todo el mundo al ser muy saludable", ha recordado, mientras que el tartrato cálcico que se transforma en acido tartárico se utiliza como conservante de alimentación. 

Arellano ha comentado que todo el residuo del vino que llega a la destilería se aprovecha, nada se tira, y que las futuras inversiones están destinadas a incrementar la gama de suproductos que obtienen a partir de él, así como a ser más autosuficientes en consumo de energía. En este sentido, ha explicado que la instalación de placas fotovoltaicas les ha permitido ahorrar un 20% en factura de electricidad y ha recordado que "esta empresa trabaja con biomasa, que es su fuente de energía principal". "Después de extraer todo lo que he dicho,  el resto  del residuo, se quema en la caldera de biomasa y alimenta de vapor toda la instalación", ha añadido.   

Olona ha querido desmitificar la idea generalizada de que en este tipo de plantas solo se produce alcohol cuando, según ha apuntado, este es solo uno de sus múltiples cometidos. “Del subproducto generado después de la fabricación del vino en las bodegas se obtienen otros de gran riqueza que permiten la fabricación de alcohol bruto para bioetanol; el tartrato cálcico se aprovecha en la industria farmacéutica, alimenticia o textil; la pepita de uva se usa para fabricar aceites saludables y cosméticos o la elaboración de abonos orgánicos naturales de sus propios residuos. Y, en el caso de esta alcoholera vinícola, todo esto se produce empleando la propia energía del mismo subproducto en su caldera de biomasa”, ha indicado. 

La consejera de Economía, por su parte, ha animado a Destilerías San Valero a solicitar las subvenciones en  I+D que va a convocar su departamento en febrero, por valor de 8 millones en total, para ayudarles a desarrollar nuevos subproductos. Y les ha puesto como ejemplo de buen hacer en economía circular y también en economía social, en cuanto a la gestión, ya que son 43 bodegas las socias de esta cooperativa que permite el máximo aprovechamiento, además de gestionar residuos de las bodegas". Eso sí, ha precisado, "no todas vienen a traer residuos a esta destilería". Un mensaje que ha aprovechado Olona para invitar a las bodegas que todavía no lo  hacen a traer sus restos de orujo y lías a la única destilería que queda en Aragón.