Un sector con dificultades en el mercado

La matriculación de automóviles cayó en 2022 en España un 5,4% (un 16% en Aragón), hasta los 813.396 coches, la cuarta cifra más baja desde 2000. El panorama, difícil, se seguirá manteniendo en este 2023.

Las ventas de automóviles han vuelto a caer en 2022.
Las ventas de automóviles han vuelto a caer en 2022.
Francisco Jiménez

Los fabricantes de automóviles acusaron a lo largo de 2022 un problema de falta de suministros que ya se inició hace dos años. Los chips semiconductores que se producen fundamentalmente en países asiáticos han sido insuficientes para cubrir la demanda de plantas ubicadas en América o en Europa, incluida la de Stellantis en Zaragoza. Otra tendencia negativa iniciada en 2021, la existencia de cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, ha complicado la actividad de los concesionarios. Por otro lado, la transición hacia el coche eléctrico en el Viejo Continente va en España con más lentitud que en otros países. Además, ha subido el precio del combustible y la disparada inflación ha hecho mella en nuestros bolsillos.

Todos estos elementos han configurado una ‘tomenta perfecta’ que se ha traducido de nuevo en una caída en la venta de automóviles. El mes de diciembre fue muy malo para el sector, lo que hundió definitivamente el dato de matriculaciones de 2022. La cifra final, según la información difundida el pasado lunes por las patronales del sector Anfac, Faconauto y Ganvam, se ha quedado en menos de 814.000 vehículos vendidos, con una caída del 5,4% que deja al ejercicio pasado como el cuarto con el resultado más bajo en lo que va de siglo. La Comunidad aragonesa, con un desplome en el mercado del 16%, registró el peor dato en el contexto nacional, con un total de 15.016 unidades vendidas.

En cuanto a los modelos preferidos por los españoles, el que más compradores tuvo en 2022 fue el Hyundai Tucson, con 21.985 vehículos, seguido del Dacia Sandero, con 20.782. Estos fueron los únicos automóviles con más de 20.000 unidades matriculadas, si bien el podio lo cerró el Seat Arona, con 17.462. A esos tres modelos les siguieron en ventas el Toyota Corolla, el Volkswagen T-Roc, el Fiat 500, el Toyota C-HR, el Peugeot 2008, el Kia Sportage, el Citroën C3, el Peugeot 208, el Toyota Yaris, el Volkswagen T-Cross, el Opel Corsa (que se fabrica en Zaragoza) y el Renault Captur.

En el contexto europeo, las caídas de ventas también fueron generalizadas, aunque Alemania fue el único gran mercado del Viejo Continente en el que los datos finales en 2022 superaron a los del ejercicio anterior. En ese país las matriculaciones se incrementaron un 1,1%, hasta los 2,65 millones de vehículos. En números totales en segundo lugar quedó el Reino Unido (1,61 millones de turismos, un 1,61%menos) y en tercero Francia, con 1,52 millones (un 7,8%)menos. Cuarto fue Italia, donde se vendieron 1,45 millones de coches tras un desplome del 9,7%, la peor de todas las caídas.

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Los efectos de la guerra de Ucrania, el aumento de los costes energéticos, el encarecimiento de los carburantes y la inflación en general afectaron a toda Europa de manera generalizada, de modo que la mejora en alguna de estas cuestiones podrá ayudar a una remontada que en todo caso no se prevé muy destacada.

Los directores de Comunicación de las patronales del sector del automóvil son conscientes de que la mayoría de los problemas que causaron la caída de ventas en 2022 persisten. Por ello mantienen la cautela y hablan del reto de superar la barrera de las 900.000 unidades matriculadas, que aunque no es la cifra más positiva para un país en el que la automoción es tan importante para su economía, al menos es más realista. Las miras de los fabricantes están en España pero también en el resto de países europeos, no en vano la inmensa mayoría de los vehículos que se ensamblan aquí van a mercados exteriores.

«La incertidumbre con la que cerramos 2022 nos impide vislumbrar un cambio para 2023», reconoce Raúl Morales, portavoz de Faconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios de las marcas automovilísticas, vehículos industriales y de maquinaria agrícola presentes en el mercado español. «Manejamos dos escenarios», anuncia. «Un crecimiento del 5%, es decir, 870.000 unidades, al que habría que sumar un 10% adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, con lo que iríamos a 960.000 unidades. Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia, porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia», señala.

En 2019, año en el que ya cayeron las ventas de vehículos un 3,83%, se matricularon 1.501.109 coches nuevos.

Tras reconocer esa ‘tormenta perfecta’ que provocó un «escenario desfavorable» en el que hemos entrado en 2023, el director de Comunicación de Anfac, la patronal de los fabricantes, Félix García, apunta que «siendo cautos, deberíamos abordar el asalto a la frontera de las 900.000 unidades». Todo dependerá, afirma, de si termina el conflicto bélico en Ucrania y se normaliza la cadena logística para que se puedan entregar más vehículos nuevos. «Ayudará también a sumar nuevas matriculaciones que el Gobierno acelere las medidas para impulsar los puntos de recarga rápida y las ayudas directas para vehículos electrificados», indica a continuación. «Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo», advierte.

Tania Puche, de Ganvam (patronal de distribución y talleres), considera que en 2022 «la falta de oferta hizo mella en el mercado y todo apunta a que lo seguirá haciendo en 2023, con el riesgo que supone para el empleo y la competitividad del sector». Además, precisa, «en un contexto en el que el ritmo de electrificación aún no ha alcanzado la velocidad de crucero, reenfocar las estrategias de descarbonización para conseguir parar en seco el envejecimiento del parque se convierte en objetivo prioritario para este curso que acabamos de estrenar».

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