La presión fiscal se contiene en Aragón ante la elevada inflación en otro año de incertidumbre

Se reduce el IRPF para las clases medias y bajas y llegan nuevos impuestos medioambientales. Suben el gas, las autopistas y la telefonía mientras baja el transporte público por las bonificaciones.

Principales sectores
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H. A.

El cambio de año llega, una vez más, con malas noticias para los bolsillos familiares por la actualización de precios, pero con la presión fiscal contenida para hacer frente a la elevada inflación. En Aragón, la DGA estrena una rebaja del IRPF en los primeros tramos de la tarifa mientras que se incrementa para los superiores a 80.000 euros. El Estado, por su parte, despliega nuevos impuestos medioambientales y un paquete de medidas para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania, como la bonificación del transporte público o la rebaja del IVA de los alimentos básicos. Aún así, autopistas, telefonía o carburantes -tras el fin de la subvención generalizada- serán solo algunos de los productos y servicios que costarán más a partir de mañana.

En el ámbito autonómico, la principal novedad para el próximo curso se certificó esta misma semana. El cuatripartito aprobó en el pleno de las Cortes una reforma del IRPF que, según sus cálculos, afectará a 720.000 aragoneses, el 99% de los contribuyentes, con un ahorro total cercano a los 50 millones de euros. En concreto, se rebaja medio punto la presión fiscal para los primeros cinco tramos, mientras que sube para las rentas superiores.

Además, la DGA amplía las deducciones en donaciones a favor del cónyuge y los hijos, incluso para la compra de vivienda habitual, y prevé otro tipo de incentivos al emprendimiento. El resto de tributos y tasas se congela. Aún así, el Ejecutivo de Javier Lambán prevé aumentar los ingresos, según argumentan desde el Pignatelli, por la mejora de la actividad económica. Solo por Sucesiones, Patrimonio y Transmisiones Patrimoniales se prevé ingresar 368,6 millones de euros, 106 más de lo que tenía previsto para este año.

En referencia a Patrimonio, Aragón elude -salvo puntuales excepciones- el nuevo impuesto estatal a las grandes fortunas de aquellas comunidades que, como Madrid o Andalucía, lo bonifican. Es una de las novedades fiscales del Gobierno central, que también penalizará al sector bancario y a las grandes eléctricas con tributos temporales.

No es el único cambio. El Ejecutivo de Pedro Sánchez también ha previsto una rebaja del IRPF para las rentas menores de 21.000 euros y un renovado sistema de tributación de los autónomos. También repercutirá en los trabajadores el nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional de las pensiones (MEI), diseñado para garantizar el pago de las jubilaciones en los próximos años.

Entre las novedades del nuevo curso destacan a su vez los impuestos medioambientales. El Gobierno central estrena el de envases de plásticos y el de residuos, este último en favor de las comunidades autónomas. Aragón prevé recibir entre 12 y 15 millones por este concepto. La DGA también trabaja en un tributo a las renovables por su impacto en el territorio, pero no llegará hasta dentro de "dos o tres meses", según avanzó Lambán.

Con la mirada en Ucrania

Pero más allá de la presión fiscal, los aragoneses siguen preocupados por la evolución de los precios. Pese a la moderación del IPC en los últimos meses -el año cierra en su mínimo, el 5,8%-, productos básicos como la alimentación siguen por las nubes. De ahí que una de las medidas estrella de la Moncloa en esta recta final del ejercicio haya sido la rebaja del IVA en este sector. También el cheque de 200 euros para familias con menos de 27.000 euros de ingresos, que podría llegar a cerca de 300.000 aragoneses.

En cambio, se elimina la bonificación generalizada al combustible, lo que ha llenado las gasolineras en esta recta final del año. De igual modo, preocupa la factura de la luz y del gas, en este caso, con vinculación directa al conflicto armado, por lo que la incertidumbre es máxima. Esta semana, el Gobierno ha aprobado una subida del precio de la tarifa regulada del gas, pero seguirá siendo más barata que la oferta más económica de las que ofrecen las comercializadoras en el mercado libre.

También suben las autopistas -aunque gracias al tope del Gobierno, lo hará ‘solo’ un 4% frente al 8,4% que correspondía-, y la telefonía, después de que las principales operadoras hayan anunciado revisiones al alza de sus tarifas. En cambio, el transporte público se beneficiará de las nuevas bonificaciones.

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