UAGA se conjura para frenar la pérdida de profesionales del campo en Aragón

José María Alcubierre inicia un nuevo mandato de cuatro años al frente de la organización agraria con el reto de garantizar un futuro a los jóvenes agricultores.

José María Alcubierre, en la Asamblea General de UAGA, en Zaragoza.
José María Alcubierre, en la Asamblea General de UAGA, en Zaragoza.
José Miguel Marco

«José Manuel Penella, efectivamente la UAGA engorda». Con estas palabras dirigidas a su antecesor al frente de esta organización inició ayer su discurso en la XVI Asamblea General del sindicato agrario José María Alcubierre, nada más ser proclamado como secretario general para cuatro años más. «Es cierto», continuó, tras escuchar algunas risas:«Engorda la amistad, engorda el compromiso, la rebeldía, las ganas de hacer un sector primario mejor, la responsabilidad por las personas y el medio rural;en definitiva y después de 45 años, seguimos siendo ese instrumento necesario para defender las legítimas aspiraciones de los agricultores y ganaderos de Aragón».

Alcubierre, ganadero de ovino y agricultor de secano y regadío, oscense de Torralba de Aragón de 44 años, detalló a continuación ese ideario con el que quiere dar continuidad a su trabajo como secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), iniciado en 2018. En esta ocasión, y tras reseñar toda esa serie de vicisitudes por las que ha atravesado el sector en este tiempo (pandemia, guerra, cambios estructurales en las políticas agrarias, desinformación, una gran nevada, sequías, incendios), fue muy directo al hablar de uno de los problemas que más preocupa en el campo, el del relevo generacional.

«La nueva Coordinadora con su Ejecutiva», señaló en referencia al equipo que le acompañará en esta nueva etapa, «ha de trabajar para escampar la boira y dar luz a todas las personas que viven de la agricultura y la ganadería y, sobre todo, apoyar a ese futuro necesario e imprescindible que son los jóvenes;han de ser los agricultores y agricultoras de los nuevos años, es por ellos y ellas por los que debemos seguir luchando para que en las próximas décadas haya esa agricultura de personas, no de fondos y corporaciones».

Alcubierre señaló acto seguido que «hemos de luchar contra esa sangría anual de pérdida de profesionales, en Aragón casi 150 al año». Este «desangre anual», recalcó, «no se puede permitir, hemos de pararlo lo antes posible no solo por nosotras y nosotros sino también por los consumidores, por el mundo rural y, por supuesto, por Aragón».

De esta misma cuestión, entre otras cosas, habló Miguel Padilla, secretario general de COAG, organización nacional en la que está integrada UAGA. «En la incorporación de jóvenes tenemos un problema», dijo, reseñando de esa manera que se trata de un reto que ha de abordarse en todo el país. «No vamos a dejar de plantear nuestras reivindicaciones, y para ello seguiremos contando con las aportaciones de Aragón», indicó.

De los discursos de Alcubierre, de Padilla y de los representantes del Gobierno de Aragón (estuvieron el presidente, Javier Lambán, y el consejero de Agricultura, Joaquín Olona) quedó claro que la nueva Política Agraria Común (PAC) que entrará en vigor el próximo 1 de enero no gusta aquí demasiado. «Reconocemos que no es la que deseábamos», dijo el líder de UAGA antes de asegurar que «la valentía que pedimos en multitud de ocasiones al ministro de Agricultura no fue atendida, sectores estratégicos como la fruta se han quedado fuera o sectores ganaderos no se ven reforzados».La organización, añadió, seguirá luchando, «igual que un agricultor sigue sembrando a pesar de la sequía». «Y no nos engañemos, se ha abierto una ventana de igualdad con los pagos de los ecorregímenes, que a pesar de burocráticos y complejos, igualan a los solicitantes nuevos o históricos», dijo.

Alcubierre solicitó desde ya «valentía» para la adecuación de la PAC 2023 en Aragón, «apostando por la elasticidad de los reglamentos y fortaleciendo la interlocución para que las modificaciones anuales a nivel estatal hagan de esta PAC, año a año, una mejora en las condiciones de vida de los hombres y mujeres del campo».

Homenaje a José Luis Iranzo

José Luis Iranzo, el joven ganadero andorrano que fue asesinado en 2017, junto a dos guardias civiles, por el exmilitar serbio Norbert Feher, conocido como ‘Igor el Ruso’, estuvo muy presente en el acto final de la XVI Asamblea de UAGA, celebrada en el centro escolar Pignatelli. Dos premios de nueva creación que llevan su nombre fueron entregados ahí, uno en la categoría individual, que recibió el agricultor de Zuera Toño Romé, y otro colectivo para la plataforma ‘Siempre Iranzo’.

Romé recibió el galardón «como un auténtico orgullo» por tratarse de un compañero que representaba, dijo con gran emoción, valores como la solidaridad, el altruismo y la empatía. Un hombre comprometido con los trabajadores del campo que se involucró en UAGA «para cambiar las cosas» y cuya muerte frustró la posibilidad de contar con un líder en la organización agraria llamado a hacer grandes cosas. Miguel Padilla, secretario general de COAG, de la que forma parte UAGA, recordó la «vitalidad» de Iranzo, con quien coincidió en la Ejecutiva Nacional de la organización.

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